La derecha y los ultras obtuvieron en las elecciones locales del domingo una clara victoria que avala sus políticas

MARÍA SIGNO ROMA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

12 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El tira y afloja entre el gobierno italiano y el barco Aquarius, se ha saldado con la decisión de España de acogerlo y la satisfacción del vicepresidente y ministro del interior italiano, Matteo Salvini, de la ultraderechista Liga Norte, que ayer hablaba de victoria: «Alzar la voz compensa. El Gobierno ha estado siempre compacto? ¡para quien esperaba divisiones entra la Liga y Cinco Estrellas!». No han faltado nuevas amenazas hacia otros barcos «con los que adoptaremos las mismas medidas». En el día después de las elecciones municipales parciales que han visto una clara victoria de la coalición de derecha en la mayoría de las 760 localidades donde se celebraron, gracias al tirón de la Liga, Salvini repitió la promesa electoral de recortar los gastos ocasionados por la acogida de inmigrantes: «Uno de los frentes es el del costo que los italianos tienen que sostener por el ejército de falsos prófugos, en torno a 35 euros por cada inmigrante».

También el nuevo ministro de Infraestructuras, de quien dependen los puertos, Danilo Toninelli, anunciaba «recién llegados y ya hay un aire nuevo» mientras el vicepresidente y líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, intentaba desdramatizar la situación del Aquarius asegurando que «el barco está preparado, no hay emergencia». No todos en M5E están de acuerdo con la línea marcada por la Liga, como puso en evidencia el alcalde de Livorno, Filippo Nogarin, que se sumó a la campaña lanzada por otros alcaldes para acoger al barco, aunque finalmente se desmarcó «para no complicar al Gobierno».

Disensiones internas

Mientras Salvini cerraba los puertos del país al Aquarius, los alcaldes de Nápoles, Palermo, Mesina y Reggio Calabria mostraban su intención de acoger a los 629 refugiados. «Ministro sin corazón», definió Luigi Di Magistris, alcalde de Nápoles a Salvini, mientras que desde Palermo Leoluca Orlando hablaba de «demostración de la naturaleza cultural de la extrema derecha», asegurando que la decisión de no acoger la nave «viola leyes internacionales».

Críticas a las que se ha unido de forma decidida el Partido Democrático que agradeció «el gesto noble de España» aunque «no resuelve nuestro problema de aislamiento internacional. Hoy estamos más aislados que ayer». La tensión y la polémica con la inmigración no paran de crecer.