El nuevo ministro del Interior de Italia, secretario de la xenófoba Liga Norte, consideró un éxito el ofrecimiento de España
11 jun 2018 . Actualizado a las 20:30 h.El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, cantó victoria este lunes, después de que España anunciara su intención de acoger al barco cargado de migrantes bloqueado frente a las costas de Malta, y advirtió a los otros navíos de oenegés que se arriesgan a la misma situación.
«VICTORIA», escribió en Twitter en mayúsculas Salvini, líder de la ultraderechista Liga, tras dos días de crisis en el Mediterráneo por la suerte de 629 migrantes socorridos por el buque «Aquarius», fletado por una oenegé francesa, frente a las costas de Libia.
Según mi memoria, «es la primera vez que un barco que socorre a migrantes en Libia los desembarca en un puerto que no es italiano, es la señal de que algo está cambiando», se congratuló después en rueda de prensa en Milán.
«Agradezco a las autoridades españolas que hayan aceptado acoger en su territorio al buque 'Aquarius'», declaró por su parte el jefe del gobierno italiano, Giuseppe Conte. «Habíamos pedido un gesto de solidaridad por parte de Europa y este gesto de solidaridad llegó», agregó.
Italia considera que sus socios en Europa la han dejado sola en la gestión de la crisis migratoria y había emprendido un pulso con Malta, que según Roma debía recibir a los migrantes por ser el puerto más cercano, lo que rechazaba el gobierno de La Valeta.
«Agradezco al primer ministro español Pedro Sánchez que haya aceptado acoger al 'Aquarius' después de que Italia haya violado las leyes internacionales», tuiteó el jefe del gobierno maltés, Joseph Muscat, precisando que enviará aprovisionamientos al «Aquarius».
Salvini advirtió que todos los barcos de oenegés que ayuden a los migrantes en Libia correrán la misma suerte: «quiero pone fin a este tráfico de seres humanos» y el «problema se planteará para todos los barcos que sigan» al «Aquarius».