¿Qué reglas se aplican a los migrantes socorridos en el mar?

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La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), responde a algunas de las dudas que suscita el caso de los migrantes del Aquarius

11 jun 2018 . Actualizado a las 20:29 h.

En el pulso que han mantenido Italia y Malta a propósito del barco humanitario bloqueado en el Mediterráneo con 629 migrantes a bordo, ambos países insistieron en su derecho a no autorizarlo a atracar en sus puertos.

España se ofreció finalmente a acoger al «Aquarius», pero este episodio suscita interrogantes sobre las obligaciones de un gobierno con las personas socorridas en el mar. Éstas las preguntas que ACNUR responde sobre el caso:

¿Son claras las reglas?

De forma general, la respuesta es no. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), «el derecho marítimo internacional no impone obligaciones específicas que determinen en todos los casos qué Estado está a cargo de autorizar el desembarco en su suelo».

Pero no esto no significa que cuando un buque con gran número de migrantes vulnerables se acerca a sus costas, un país pueda simplemente decir que no y lavarse las manos.

ACNUR subraya también que hay «tratados claves» que estipulan que una nación «responsable de una zona de búsqueda y socorro donde tiene lugar el rescate, debe ejercer 'la responsabilidad primaria'» de coordinar un desembarco en toda seguridad.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) señala por su parte que aunque los Estados no estén obligados a aceptar estos barcos, existe una obligación colectiva de encontrar una solución humanitaria.

«Los Estados están obligados a cooperar para encontrar un lugar seguro para desembarcar a los migrantes socorridos», dice a la AFP el portavoz de la OIM Leonard Doyle.

¿Y si hay una emergencia humanitaria a bordo?

Esto podría obligar a un Estado a permitir el acceso a sus puertos. «Si el país ejerce un control sobre el barco y si hay a bordo migrantes en peligro y no se ha podido encontrar ningún acuerdo con otro país para acogerlos, no deberá tergiversar sino aceptarlos», dice Doyle.

En el caso del «Aquarius», fletado por la oenegé francesa SOS Méditerranée, ACNUR afirma que la falta de comida a bordo creaba «un imperativo humanitario urgente» para que Italia y Malta lo dejasen atracar. Estos comentarios son anteriores al anuncio del gobierno español.

¿Qué pasa tras el desembarco?

El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, líder de la Liga ultraderechista, justificó el rechazo de Roma a dejar entrar al «Aquarius» afirmando que el nuevo gobierno populista no puede verse obligado a transformar «Italia en un gigantesco campo de refugiados». Pero ACNUR recuerda que incluso si un país deja atracar un barco, no significa que asuma la responsabilidad de los migrantes a largo plazo. «Un Estado que autoriza el desembarco en su territorio de personas socorridas -en particular en situaciones que implican a un gran número de personas- no debe, desde el punto de vista de ACNUR, ser el único responsable de proporcionar soluciones duraderas en su propio suelo», precisa la agencia de la ONU.