Díaz-Canel renueva en Caracas el vínculo de Cuba con Maduro

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Cristian Hernández

Venezuela descarta recortar las ayudas a La Habana pese a la crisis

31 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, realizó su primera visita oficial como jefe de Estado a Venezuela, su más cercano aliado en la región, para apoyar a un Nicolás Maduro que, tras las elecciones del 20 de mayo, consideradas fraudulentas por la comunidad internacional, sufre un creciente aislamiento, pero que ha reforzado su intención de convertir al país sudamericano en un estado socialista a la usanza de la isla caribeña.

Díaz-Canel participó en una sesión de la Asamblea Nacional Constituyente, respaldando, también a diferencia de la comunidad internacional, la legalidad paralela que ha montado Maduro desde que perdió el control del Parlamento. Desde allí quiso dejar claro que, pese a la desaparición de los Castro del poder, «el apoyo de Cuba a la revolución bolivariana será siempre invariable».

Se trata, indica la analista María Teresa Romero, del apoyo de dos socios que tienen un enemigo muy fuerte: Estados Unidos. «Aunque Cuba está relativamente tranquila, la presión contra Venezuela es muy alta. Esta visita se produce entre el ruido de sables en Venezuela y en un momento en que Maduro, a pesar de la crisis del país, prefiere sacrificar a sus ciudadanos que el acuerdo que tiene con la isla», señala Romero.

El fin de semana, la aerolínea estatal venezolana Conviasa publicitó el viaje de 120 oficiales de la Fuerza Armada a Cuba, para su adiestramiento. Mientras tanto, más de 200 oficiales han sido detenidos poco antes y después del 20M por supuestas insurrecciones militares en Venezuela. 

«La crisis es del capitalismo»

Díaz-Canel también señaló en la ANC que «nosotros tenemos mucha experiencia lidiando con sanciones», en relación a las restricciones que la UE, Estados Unidos, Canadá y países latinoamericanos empiezan a aplicar a funcionarios venezolanos.

Maduro se prepara para endurecer el acoso a la poca propiedad privada que queda en Venezuela, aunque ha tratado de captar a las empresas europeas para que inviertan en el país. El mandatario ha comenzado una política de controles más estrictos de precios, intentando frenar la hiperinflación, que ya se acerca al 100 % mensual. En una alocución reciente, aseguró que la crisis de los precios «es una crisis del capitalismo, no del socialismo», descartando cualquier posibilidad de reformas. 

Para los okupas

La última psicosis entre los venezolanos es un supuesto plan «Ubica tu casa», en el que personas sin hogar pueden tomar pisos vacíos cuyos propietarios se hayan ido al exterior. Aunque el plan no es oficial, el Gobierno no lo ha negado y ha disparado la inquietud de la población.

Hacer una profesión de fe tan evidente como la que implica la visita de Díaz-Canel, señala Romero, refuerza el mensaje de que Venezuela está «en ruta al socialismo», lo cual «profundizará el malestar de la población y la reacción de la comunidad internacional. Maduro hoy parece profundamente cercado y los cambios parecen inminentes», afirma la internacionalista.