El vídeo que demuestra la soledad de Maduro en unas elecciones marcadas por la abstención

La Voz

INTERNACIONAL

En las imágenes se puede ver al presidente simulando saludar a una muchedumbre cuando en realidad en la calle ni hay nadie

21 may 2018 . Actualizado a las 13:09 h.

La sombra del fraude y la histórica abstención colocan en un lugar incómodo a Nicolás Maduro. Su reelección, más cuestionada que nunca, ha provocado pronta respuesta por parte de sus adversarios, que piden que se repitan unos comicios marcados por las irregularidades. Las redes sociales tampoco se han quedado calladas; y han sido muchos -propios y ajenos- los que han querido denunciar el ridículo al que el presidente está llevando el país.

Un vídeo se ha propagado como la espuma por Twitter, unas imágenes que demuestran las trampas de Maduro para tratar de justificar un apoyo ciudadano que cada día cojea más. En su perfil de la red del pajarito, el presidente compartía un vídeo que ha dejado frío a más de uno. Se oyen voces. Quiere entenderse una muchedumbre que, sorpresa, no aparece por ningún lado. «Desde tempranito los venezolanos en las calles yendo a votar. Me encontré con un grupo con mucho entusiasmo esta mañana. No te quedes fuera de este día histórico», era el mensaje con el que Maduro acompañaba unas imágenes en las que se podía -con mucho esfuerzo- imaginar una muchedumbre al final del tiro de cámara.

Pero más inquietante resulta otro vídeo, la otra versión del mismo momento, que ha inundado las cuentas de los venezolanos. Si en el primero costaba imaginarse a la muchedumbre, en el segundo, que muestra el mismo momento en el que Maduro sale a la calle para saludar básicamente a la nada, no se aprecia ni una sola persona más allá de aquellas que integran su equipo. «Que ningún venezolano se quede sin ver este vídeo. Sin duda es para demostrar el engaño de Nicolás Maduro al simular que está saludando a un mar de electores y no hay nadie. Me pueden ayudar para que todos vean este vídeo».

A Maduro le fue imposible conseguir una instantánea que no se produjo en ningún lugar del país. Porque lo cierto es que las colas no fueron la imagen de la jornada. El mandatario, que había ordenado al partido de gobierno dar todas las facilidades de transporte posibles a su militancia para trasladarse a las urnas, se encontró colegios prácticamente vacíos y acabó cosechando una escasa cifra de participación que ni tan siquiera llegó al 50 %.