Bruselas insiste en que deberán cumplir con los compromisos adquiridos, pero no aclara qué planes tiene para evitar la sublevación del Gobierno italiano que también tiene previsto exigir la devolución de competencias y pedir el levantamiento de sanciones a Rusia. Dos demandas que socavarían la unidad y defensa del proyecto europeo. «No hemos visto el texto del programa todavía. Tenemos que esperar. El presidente (Juncker) subrayó el importante papel que juega Italia en la UE liderando proyectos», se limitó a decir ayer la portavoz de la Comisión, Mina Andreeva.
Otro fuego que puede prender es el migratorio. La xenófoba Liga quiere poner coto a la entrada de migrantes irregulares en el país y dificultar el acceso al asilo. Sus propuestas radicales podrían echar por tierra los esfuerzos de Bruselas por lograr una política común de asilo, una tarea que está siendo titánica. Sí concuerdan en un punto: acelerar las repatriaciones. «Nuestra posición es conocida. Llamamos a los Estados miembro a acelerar los retornos efectivos y creando capacidades de detención adicionales», recordó la portavoz Natasha Bertaud.