Israel e Irán se deslizan hacia la guerra

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

REUTERS| OMAR SANADIKI

Tel Aviv lanza un ataque de represalia masivo contra instalaciones iraníes en Siria

11 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Abierta la veda por Donald Trump con su retirada del acuerdo nuclear, Israel e Irán protagonizaron ayer su peor choque en Siria. Una escalada de tensión bélica que aviva el temor a que los dos países enemigos se deslicen hacia una guerra directa o se conformen con librarla a menor escala en suelo sirio. Lo ocurrido la noche del miércoles al jueves no tiene precedentes. Es la primera vez que Irán lanza un ataque contra Israel desde suelo sirio. En represalia, Israel puso en marcha su mayor operación militar contra el país vecino desde 1974, año en que firmó el acuerdo de desconexión con Siria tras la guerra del Yom Kipur.

«Hemos arrasado prácticamente toda la infraestructura iraní en Siria», dijo el ministro de Defensa, Avigdor Lieberman, tras el ataque lanzado contra decenas de objetivos militares iraníes o de Hezbolá: desde bases a depósitos de armas, un radar y cinco baterías antiaéreas que intentaron derribar sus cazas. El objetivo del Gobierno de Benjamin Netanyahu de enviar un potente mensaje a los ayatolás parece cumplido. Según el Ministerio de Defensa de Rusia, participaron 28 aviones F-15 y F-16, que lanzaron unos 60 misiles aire-tierra, a los que se sumaron otros 20 misiles tácticos tierra-tierra desde territorio israelí. También agregó que la defensa antiaérea siria destruyó más de la mitad. El balance de muertos fue de 23, cinco soldados y 18 combatientes sirios y extranjeros, según las fuentes del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

Lieberman dijo que «por primera vez Irán ha atacado el Estado de Israel», aunque apuntando que ningún misil llegó a alcanzar territorio nacional (gracias al sistema de defensa aérea Cúpula de Acero) por lo que no hubo ni daños ni heridos.

El Ejercito israelí responsabilizó del ataque a los Altos del Golán (con 20 cohetes Grad y Fajr-5) a Al Quds, el brazo de operaciones extranjeras de la Guardia Revolucionaria iraní, y a su comandante, el general Qasem Soleimani (vitoreado en Siria e Irak por sus victorias en el campo de batalla contra los yihadistas suníes). La única reacción de Teherán llegó de Hosein Salamí, subcomandante del cuerpo de élite, negando que su país estuviera detrás del ataque.

Una venganza anunciada

Israel lleva días preparándose para una represalia iraní en los Altos del Golán, después de que los ayatolás prometieran vengar los cinco ataques sufridos en Siria. Durante su encuentro el miércoles, Netanyahu habría llegado a una entente con Vladimir Putin sobre que si era atacado se defendería. Rusia fue informada con antelación de la ofensiva israelí, según el diario Haaretz.

¿Qué pasará ahora? El propio Lieberman aseguró que no buscan una escalada del conflicto, pero también advirtió que no permitirán a la república islámica convertir a Siria en una base avanzada. «Deben recordar que si llueve aquí [en Israel], diluviará fuera», amenazó. Por su parte, Teherán no parece dispuesto a que Siria deje de ser su frente contra el Estado judío.

«La escalada de las últimas horas nos muestra que es realmente una cuestión de guerra o paz», advirtió Angela Merkel, que junto con Emmanuel Macron, urgieron a Israel e Irán a rebajar tensiones. Mientras Rusia pidió «contención». Los refugios antiaéreos de Israel seguirán abiertos por si vuelven a sonar las alarmas.