El favorito sorprende al proponer una amnistía para los carteles para reducir la violencia en el país
24 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Todos contra Andrés Manuel López Obrador. Se cumplió el guion previsto en el primer debate televisado de los candidatos a la presidencia de México que competirán en las urnas el próximo primero de julio.
El candidato izquierdista, favorito a convertirse en el próximo líder mexicano -supera a sus perseguidores en unos 16 puntos y los analistas le dan un 85 % de posibilidades de ganar- se presentó en el debate con un objetivo muy claro: ante su gran ventaja, y la dificultad de obtener nuevos adeptos, haría todo lo posible por no perder votos. Y parece que lo consiguió, a juzgar por las opiniones de los politólogos y los apoyos recibidos en las redes sociales. No fue su tarde más lúcida, pero sobrevivió.
El momento más crítico de primer cara a cara de la carrera presidencial fue el apartado de seguridad. México vivió el 2017 como el año más violento de su historia, y los funestos guarismos están siendo ya superados este año.
López Obrador se descolgó con una iniciativa inesperada. El gran favorito en la carrera electoral propuso conceder una amnistía para los miembros de los carteles, y no combatir la violencia con más violencia. Los otros cuatro candidatos, entre los que destacan Ricardo Anaya, propuesto por una extraña coalición entre el centroderechista PAN y partidos de izquierda, y José Antonio Meade, del oficialista PRI, censuraron esa sugerencia y descartaron cualquier amnistía.
Cuestionado
Enrique López Obrador se negó a afirmar categóricamente que pretende una amnistía para los miembros de los carteles de la droga: «amnistía no significa impunidad. Hay que atender a las causas que originaron la violencia. Hay que combatir la pobreza» dijo, cuando fue cuestionado por el resto de participantes en el debate. «Perdonar a los delincuentes no es la solución», le dijo un combativo Anaya. También encontró una dura respuesta de Meade: «En tu ambición de poder, te vas a convertir en un títere de los criminales», le dijo el candidato oficialista a López Obrador.
El líder izquierdista se negó a dar propuestas concretas y pasó la mayor parte del debate defendiéndose. Contó, eso sí, con un desahogo. La presencia de dos candidatos independientes, Margarita Zavala -esposa del ex presidente Felipe Calderón- y el vehemente Jaime Rodríguez, conocido como el Bronco, con muy escasas probabilidades de victoria, por no decir ninguna, evitó que sus rivales de PAN y PRI tomaran un mayor protagonismo.