La cumbre de Trump y Kim avanza tras el viaje del jefe de la CIA a Piongyang

Sara R. Estella PEKÍN / E. LA VOZ

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MANDEL NGAN / AFP

El líder norcoreano estaría dispuesto a firmar un tratado de paz con Seúl

19 abr 2018 . Actualizado a las 07:21 h.

En la particular partida de ajedrez entre Corea del Norte y sus hasta ahora enemigos, cada movimiento confirma que la estrategia diplomática del régimen avanza. Este miércoles se hicieron públicos los dos últimos pasos que se han dado con una reunión secreta en Piongyang entre Kim Jong-un y el director de la CIA, Mike Pompeo, y con el anuncio de que las dos Coreas negociarán en su cumbre de la próxima semana la posibilidad de firmar un tratado de paz.

El hecho de que Washington envíe a un alto cargo a Piongyang hace pensar que las negociaciones para la cumbre histórica entre Donald Trump y Kim Jong-un van por buen camino. El propio presidente de EE.UU. confirmó el viaje de Pompeo -al que ha designado como nuevo secretario de Estado- a través de su cuenta de Twitter. «Mike Pompeo se reunió con Kim Jong-un la semana pasada. La reunión discurrió sin problemas y se forjó una buena relación. Ahora se están trabajando los detalles de la relación. La desnuclearización será algo importante para el mundo, pero también para Corea de Norte», afirmó.

«¡La desnuclearización será una gran cosa para el mundo, y también para Corea del Norte!», agregó. Este viaje secreto durante Semana Santa supone el contacto de más alto nivel que se produce entre Estados Unidos y Corea del Norte desde el año 2000. China y Corea del Sur también están mediando en los preparativos de una cita sin fecha y sin lugar fijados, aunque se espera que tenga lugar a finales de mayo o principios de junio.

De producirse, esta será la primera vez que un presidente estadounidense se reúne con un líder norcoreano. El que más cerca estuvo de hacer historia fue Bill Clinton, que negoció una cita con Kim Jong-il, padre del actual dictador, que finalmente no llegó a celebrarse. Consciente de las dificultades, Trump afirmó que «es posible que las cosas no salgan bien y que la reunión no llegue a celebrarse».  

Tratado de paz

Para que los preparativos sigan avanzando, será crucial el resultado de la cumbre intercoreana que se celebrará el próximo día 27 en Panmunjom, en la aldea fronteriza que divide a las dos Coreas. Kim Jong-un y el presidente surcoreano, Moon Jae-in, se verán las caras por primera vez en la llamada Casa de la Paz. Un portavoz del Gobierno surcoreano aseguró este miércoles que la cita incluirá la negociación de un tratado de paz.

Los dos territorios concluyeron la guerra que los dividió el 27 de julio de 1953 con un armisticio firmado por el Ejército norcoreano China y Estados Unidos, pero nunca fue reemplazado por un tratado de paz definitivo. «Estamos discutiendo cómo aliviar las inquietudes de Piongyang respecto a su seguridad, y cómo garantizar al Norte que tiene un futuro prometedor por delante si toma la decisión correcta», explicó el jefe de Seguridad Nacional de Seúl, Chung Eui-yong.

La cautela reina en los preparativos después de varios intentos fallidos hace una década. La complejidad reside, principalmente, en que cualquier acuerdo que ponga fin de manera formal a la Guerra de Corea requiere la aprobación de los firmantes del armisticio, por lo que debería ser una negociación a tres o cuatro bandas. Según Seúl, el presidente chino, Xi Jinping, viajará a Piongyang próximamente, una información de la que el ministerio de Exteriores chino asegura no tener constancia.