Stormy denuncia a Trump

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Los papeles incautados al abogado del magnate confirman el pago a la actriz porno por su silencio

18 abr 2018 . Actualizado a las 07:26 h.

Ni las mentiras, ni las amenazas, ni las guerras, ni el Rusiagate. El futuro presidencial de Donald Trump se ve amenazado a corto plazo por una relación extramatrimonial que mantuvo en el año 2006 con una actriz porno, Stormy Daniels, en un hotel de Las Vegas. Este martes, Stormy aprovechó una comparecencia televisiva para anunciar el inicio de acciones judiciales contra el presidente. «Estoy siendo víctima de acoso», dijo la actriz aludiendo a las amenazas legales del abogado personal del presidente, Michael Cohen.

Stephanie Clifford (Baton Rouge, 1979), que así se llama la artista, acudió el día anterior a la audiencia contra el abogado del magnate, Michael Cohen, en un proceso que se sigue contra él en Nueva York por su implicación en un caso de fraude bancario y electrónico.

La clave de este proceso radica en el alcance que pueden tener los papeles incautados a Cohen la pasada semana en un registro a instancias del fiscal especial del Rusiagate, Robert Mueller, que ha encendido, más si cabe, las iras de Donald Trump.

Michael Cohen es uno de los colaboradores más longevos del presidente estadounidense. Es uno de los guardianes de sus secretos más preciados. Un personaje casi de película, un fixer, que en el argot de EE.UU. viene a ser un solucionador de problemas.

Por eso, Trump y su equipo legal han intentado, sin éxito, ver antes que los investigadores toda la documentación incautada para preservar la relación entre el abogado y sus clientes. La demanda fue desestimada, aunque la jueza encargada del caso está abierta a designar un mediador neutral que certifique que los secretos menos relevantes de la documentación encontrada en el despacho del abogado no serán utilizados contra sus clientes.  

En la última fila

Pero entre esos documentos hay algunos que prometen fuertes emociones en la política local. Por ejemplo, el que documenta la transferencia efectuada por Cohen a Stormy Daniels -que siguió la declaración de Cohen embutida en un ajustado modelo azul eléctrico desde la última fila de la sala de audiencias- por su silencio cuando en noviembre del 2016 amenazó con contar públicamente la aventura extramatrimonial de Trump justo en la época en la que Melania estaba embarazada de su hijo en común.

Stormy inició la batalla legal para romper las cláusulas de confidencialidad el pasado mes y ahora su abogado, Michael Avennati, calificó a su colega de «radiactivo para Trump». «Creo que hay un peligro significativo para el presidente. Él le confió sus mayores secretos y ahora tendrá que asumir las consecuencias», dijo Avenatti.

Entre los salpicados por los escándalos también están el presentador estrella Sean Hannity, uno de los principales baluartes mediáticos de Trump, así como los editores del National Enquirer, que pagaron otros 150.000 dólares a una exconejita de Playboy, Karen McDougal, para tapar otra supuesta infidelidad del ahora presidente.

El escándalo llega ya hasta Tailandia. Allí, una call girl bielorrusa pidió ayuda a Washington, ya que teme ser expulsada a Rusia luego de sus amenazas de revelar el papel de Moscú en las elecciones de Estados Unidos.