Rusia y Siria bloquean la investigación sobre el ataque químico en Duma

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Los habitantes de Duma intentan sobrevivir en medio de las ruinas en que ha quedado la ciudad tras años de asedio
Los habitantes de Duma intentan sobrevivir en medio de las ruinas en que ha quedado la ciudad tras años de asedio OMAR SANADIKI / REUTERS

Washington acusa a Moscú de alterar las pruebas y obstruir la labor de la OPAQ

17 abr 2018 . Actualizado a las 07:06 h.

Rusia y Siria no parecen dispuestos a facilitar el trabajo de los nueve inspectores de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) enviados para investigar si hubo un ataque químico el 7 de abril en Duma. Este lunes impidieron su acceso en esa localidad de la periferia rural de Damasco. El motivo aducido es que no se puede garantizar su seguridad a causa de la ofensiva lanzada por EE.UU., el Reino Unido y Francia. A cambio propusieron entrevistar a «22 testigos», anunció el director general de la OPAQ, el turco Ahmet Uzumcu, en una reunión de urgencia de los 41 países miembros del consejo ejecutivo de la organización en su sede de La Haya.

Lejos de bajar la presión sobre Rusia, Estados Unidos la elevó. Así, acusó a los rusos de obstruir la labor de los expertos. «Nos preocupa que los rusos tuvieran acceso al lugar y hayan manipulado las pruebas para frustrar los esfuerzos de la misión de llevar adelante una investigación efectiva», dijo el representante estadounidense, Kenneth Ward, en la reunión a puerta cerrada, según Reuters. En su pulso particular con el Kremlin, el representante británico, Peter Wilson, también acusó a Rusia de «socavar desde el 2016 cualquier investigación contra el régimen [sirio] por el uso de armas químicas».

Moscú negó las acusaciones. «Puedo garantizar que Rusia no ha manipulado el lugar», dijo el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, a la BBC. «Otro invento de los británicos», apuntó por su parte el viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov. Tanto Lavrov como el representante ante la OPAQ, Alexánder Shulguín, insistieron en que tienen «pruebas irrefutables» de que el ataque químico es tan solo un montaje de los opositores con ayuda británica para culpar a Moscú y Damasco y lanzar la acción bélica de castigo.  

Sí segura para la prensa

Duma está ya bajo control del régimen. Por su calles patrullan, además de los soldados de Bachar al Asad, la policía militar rusa, después de la salida el sábado del último combatiente de Yaish al Islam, grupo financiado por Arabia Saudí, el pasado fin de semana en dirección al norte de la provincia de Alepo.

La falta de seguridad que argumentó el régimen para bloquear a los investigadores no impidió el tour que organizó para la prensa por Duma. Con numerosas banderas sirias ondeando entre edificios ruinosos, camiones de ayuda estatal repartían pan, arroz y pasta a un centenar de civiles, que han sobrevivido a un asedio durante años de su presidente.

La visita de los medios no incluyó el edificio donde los equipos de rescate aseguran que hallaron a unas cuarenta personas gaseadas, entre ellas familias enteras con niños. La gira incluía un encuentro con personal sanitario del hospital que descartaron haber tratado a personas con síntomas de un ataque con gas sarín o cloro, sino afectados de asfixia por el polvo y el humo de los bombardeos.

A última hora, la embajada rusa anunció que los inspectores tendrán acceso este martes a Duma, cinco días después de su llegada.

Trump y Putin no cierran la puerta a un cara a cara pese al incremento de las tensiones

Ni la vuelta a la Guerra Fría pronosticada por el secretario general de la ONU, António Guterres, ni bombardeos ni amenazas parecen apagar los deseos de Donald Trump y Vladimir Putin de buscar un punto de encuentro. El presidente de EE.UU. sigue con ganas de reunirse con su par ruso, según anunció este lunes la portavoz Sarah H. Sanders. «Tiene la sensación de que es mejor para el mundo si se llevan bien», añadió.

El cara a cara dependerá de los próximos pasos de Rusia, aclaró. «Tenemos claro nuestra posición y esperamos que modifiquen su comportamiento», apuntó.

El Kremlin está también en la línea del acercamiento. Su portavoz, Dmitri Peskov, señaló este lunes que espera instaurar un «diálogo» con Washington pese a «todo el daño» que sufrieron las relaciones entre las dos potencias, golpeadas por segunda vez por los bombardeos occidentales contra el régimen de Damasco.

«Esperamos que con el tiempo, cuando nuestros colegas estadounidenses hayan resuelto sus problemas internos, se inicie un diálogo, a pesar de todo el daño que han sufrido las relaciones bilaterales por culpa de Washington», declaró a la prensa.

A principios de abril, el Kremlin había informado que Trump había invitado a Putin a la Casa Blanca en una conversación telefónica el 20 de marzo. Los dos se reunieron por primera vez el pasado año al margen de la cumbre del G20 en Hamburgo.  

Sanciones futuras

La Administración Trump todavía no ha decidido la nueva tanda de sanciones contra Rusia por su apoyo al régimen de Bachar al Asad, que serían las terceras en las última cuatro semanas. «Estamos considerando sanciones adicionales a Rusia y tomaremos una decisión en un futuro cercano», dijo Sanders, desmintiendo a la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, que el domingo había dado por hecho que se anunciarían este lunes. Haley también adelantó que estarían dirigidas contra empresas y productos relacionados con Al Asad o con las armas químicas.

El ministro Serguéi Lavrov declaró este lunes que Occidente actúa con «una lógica muy extraña», tanto en el caso del envenenamiento del espía Skripal como en Siria, primero se toman represalias y después se buscan pruebas, aseguró. Pese a ello, subrayó que siguen existiendo los canales de comunicación con Washington y que no hay una confrontación a la vista.

EE.UU. desmiente a Macron: «La misión no ha cambiado»

La Casa Blanca desmintió este lunes que Emmanuel Macron hubiera convencido a Donald Trump para mantener las tropas «a largo plazo» en Siria, lo que sería un sorprendente giro en la estrategia de la Administración republicana. ««La misión estadounidense no ha cambiado: el presidente ha sido claro al respecto: quiere que los militares regresen lo antes posible», se apresuró a aclarar la noche del domingo la portavoz Sarah Sanders tras la imprudente declaración del inquilino del Elíseo.

Preguntado este lunes al respecto, Macron esquivó cualquier atisbo de discrepancia e insistió en que él y su par estadounidense tienen el mismo objetivo en Siria: la guerra contra el Estado Islámico (EI). «La Casa Blanca tiene razón en recordar que el compromiso militar es contra Daesh [acrónimo árabe del EI] y se terminará el día que se haya culminado la guerra contra Daesh», admitió. «Francia tiene la misma posición», apostilló en una rueda de prensa conjunta con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, en el Elíseo.

A pesar de que su primer encuentro fue bastante accidentado (con el pugilístico apretón de manos del estadounidense), Macron y Trump no ocultan la sintonía que mantienen en asuntos de la escena internacional y será precisamente el mandatario francés quien estrene las visitas de Estado de EE.UU. de la actual Administración, del próximo 23 al 25 de abril.

Las opiniones lanzadas el domingo a los televidentes franceses por Emmanuel Macron también han provocado la ira de Turquía. Su declaración sobre que el ataque tripartito había conseguido «separar a Rusia de Turquía», no ha gustado al Gobierno de Ankara. El ministro de Exteriores turco, Mevlüt Çavusoglu, defendió sus recuperadas relaciones con el Kremlin: «Podemos tener diferencias de opinión, pero las palabras del presidente francés no pueden romper nuestras relaciones con Rusia». El Gobierno turco no dudó en expresó su apoyo a la ofensiva de represalia contra el ataque químico.

«Lamentablemente, muchos de nuestros amigos europeos representan un populismo alejado de la seriedad», añadió el ministro.