Trump sopesa una represalia militar al ataque químico

Adriana Rey NUEVA YORK / COLPISA

INTERNACIONAL

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha condenado lo que definió como un «ataque atroz contra inocentes» sirios en Douma, al abrir una reunión de gabinete en la Casa Blanca.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha condenado lo que definió como un «ataque atroz contra inocentes» sirios en Douma, al abrir una reunión de gabinete en la Casa Blanca. AFP | NICHOLAS KAMM

El presidente de EE.UU señala que «no hay nada fuera de la mesa». El jefe del Pentágono, añade: «no podemos descartar nada»

10 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Una semana después de anunciar una pronta retirada de Siria, Donald Trump comunicó que tomará en las próximas 24 o 48 horas una decisión sobre su respuesta al ataque químico en Duma, atribuido al «animal Bachar al Asad». «Es una cuestión de humanidad y no se puede permitir que ocurra», defendió el mandatario, para añadir que no descarta opción alguna. «No hay nada fuera de la mesa», añadió poco antes de una cadena de encuentros con el alto mando militar y su equipo de seguridad nacional. El secretario de Defensa, James Mattis, reiteró a la prensa lo que ya parece inevitable: «No descarto nada», manifestó.

Entre las opciones, se incluye un ataque con misiles como el que autorizó hace un año. En aquella represalia, se lanzó 59 misiles Tomahawk contra la base aérea de Shayrat, punto de origen del ataque químico que dejó más de 80 muertos en Jan Sheijún. Sería un mensaje de condena sin mayores consecuencias; una demostración de fuerza que redujera a cenizas casi toda la flota aérea siria, pese al riesgo de incendiar la de sus aliados rusos. O incluso redoblar la presencia de fuerzas estadounidenses en Siria, informa Colpisa.

El jefe del Pentágono, James Mattis, considerado el único adulto en la sala de crisis de la Casa Blanca, advirtió ayer de que «cualquier cosa es posible». Tras los ataques de este fin de semana «no podemos descartar nada».

Mattis conoce bien la volatilidad del comandante en jefe y no se atrevería a anticipar sus movimientos, pero su consejo es que lo primero que tenemos que hay que mirar es «por qué se siguen usando armas químicas cuando Rusia era el garante de que se habían eliminado», y trabajar con los aliados para encarar esta situación».

Frente a ese consejo juicioso, Trump tiene en el otro oído la voz de John Bolton, su nuevo asesor de Seguridad Nacional, que se estrenó ayer en la Casa Blanca con esta crisis. El viejo halcón de la Guerra de Irak es conocido por su unilateralismo belicista que potenciará los peores instintos del magnate. Señal de que todavía no ha empezado a ejercer su influencia es que el presidente francés, Emmanuel Macron, en llamada telefónica, logró el domingo convencer al mandatario estadounidense para que esperase a la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU convocada para anoche.

Israel vuelve a golpear a Irán en Siria

Dos cazas atacaron la base T4 desde el espacio aéreo del Líbano y dejaron 14 muertos

Mikel Ayestarán

Israel dio un paso más en su implicación en la guerra de Siria con un nuevo ataque contra el aeropuerto militar T4, donde operan el Ejército sirio y sus aliados iraníes, tal y como confirmaron fuentes oficiales estadounidenses a la cadena NBC. Menos de 24 horas después de la denuncia por parte de la oposición siria de un nuevo ataque con armas químicas por parte del régimen, «dos cazas F-15 israelíes», según el Ministerio de Defensa ruso, violaron el espacio aéreo del Líbano y desde allí «lanzaron ocho misiles» contra la base T4 situado en mitad del desierto, entre Homs y Palmira.

Los rusos afirmaron que los sistemas de defensa sirios lograron interceptar «cinco de los ocho misiles». A diferencia de lo ocurrido en febrero, en esta ocasión el Ejército israelí ni confirmó ni desmintió la operación, una estrategia que ha mantenido desde el inicio de la guerra. Hace dos meses su aviación destruyó un centro de control de drones de Irán en la T4, pero uno de sus cazas fue derribado por la defensa antiaérea siria cuando regresaba. Fue el primer aparato que perdía Israel en combate en décadas. Los medios iraníes informaron ayer de la muerte de cuatro de sus combatientes y denunciaron la «flagrante violación de la soberanía de Siria», por parte de la «entidad sionista».

El enfado se extendió a Rusia, el otro gran aliado del presidente Bachar al Asad. El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, señaló su «gran preocupación» porque no fueron informados por Israel antes de la operación, pese a que los israelíes sabían que podía haber asesores militares rusos en la base. Los rusos no lo sabían, pero sí los estadounidenses, según declararon fuentes oficiales a la cadena NBC. Israel da un paso al frente y cambia de estrategia en un conflicto en el que Rusia, Irán y Turquía imponen el rumbo por encima de los aliados de Tel Aviv, EE.UU. y Arabia Saudí.

Ataque directo

En la última semana Donald Trump ha anunciado su plan de retirada y Arabia Saudí ha visto cómo el Yaish al Islam (Ejército del Islam), el grupo opositor que armó para derrocar a Al Asad, se ha rendido en Duma. Hasta ahora las operaciones israelíes en Siria se limitaban a interceptar convoyes o almacenes de armas de la milicia libanesa de Hezbolá o se enmarcaban como «respuestas» a acciones iraníes, como el envío a espacio aéreo israelí de un dron en febrero. Esta vez, se ha tratado de una operación de ataque directo a combatientes de la república islámica en Siria, enmarcado en la consternación internacional por el uso de armas químicas en Duma, en un ataque registrado el sábado.

La oposición siria denunció el fin de semana la muerte de al menos 40 personas, la mayoría niños, después de que el Ejército sirio lanzara un barril explosivo con gas sarín contra Duma. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, negó esta acusación y aseguró que en el lugar del supuesto ataque «ya han estado nuestros especialistas militares y también los representantes sirios de la Media Luna Roja. No han encontrado allí ningún rastro de empleo de cloro o del uso de otra sustancia química contra civiles».

El excomandante de la Fuerza Aérea israelí, general Eitan Ben Eliahu, el objetivo último es «prevenir la consolidación de Irán en Siria» y en este caso el ataque fue una reacción «al horrible acto ocurrido» en Guta, e «Israel habría decidido que su responsabilidad era responder».