China retoma las riendas de la mediación con Corea del Norte

sara R. estella PEKÍN / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

KCNA | efe

Xi presiona a Kim Jong-un para lograr la desnuclearización

29 mar 2018 . Actualizado a las 08:21 h.

Un comunicado oficial a primera hora de ayer puso punto y final a dos días de especulaciones sobre la visita de Kim Jong-un a Pekín. Como suele ser habitual cuando un líder norcoreano viaja a China, la agencia oficial Xinhua esperó a que el tren en el que viajaban el joven dictador y su mujer hubo cruzado la frontera entre ambos países. El encuentro, que devuelve a Pekín el papel de mediador entre sus vecinos coreanos y Estados Unidos, permite al régimen de Pyongyang dar un nuevo paso para romper su aislamiento.

«No tenía duda de que mi primera visita fuera tenía que ser a China», declaró Kim Jong-un después de estrechar, con rostro serio, la mano a Xi Jinping en Pekín. «Es mi solemne deber, como alguien que debe valorar los lazos a lo largo de generaciones», añadió en referencia a los años en los que China y Corea del Norte eran como «los dientes y los labios», en definición del propio Mao de la alianza que forjaron ambos países después de que el gran timonel ayudara a Kim Il-sung durante la guerra que partió a Corea en dos.

En las imágenes que publicaron los medios oficiales chinos y norcoreanos pudo verse a los dos líderes saludándose acompañados de sus mujeres, degustando un banquete en el Palacio del Pueblo de Pekín y en tono más distendido, tomando té en la residencia para visitas oficial de Diaoyutai. La foto oficial muestra a ambos dirigentes brindando, aparentemente vino tinto para Xi y vino blanco para su invitado.

Según el comunicado de la agencia norcoreana KCNA, Kim Jong-un reiteró su compromiso de desnuclearizar Corea del Norte. «El asunto de la desnuclearización de la península coreana puede ser resuelto si Corea del Sur y Estados unidos responden a nuestros esfuerzos con buena voluntad, crean una atmósfera de paz y estabilidad y toman medidas progresivas para alcanzarla», afirmó el joven dictador. Además, Kim Jong-un confió en avanzar hacia «la reconciliación y cooperación» con sus vecinos del Sur y en establecer «un diálogo con Estados Unidos».

Esta visita de Estado pero «no oficial», según la definió la agencia china Xinhua, sirve para normalizar las relaciones entre China y Corea del Norte, aliados tradicionales que han visto enrarecer sus relaciones los últimos años. A pesar de que Pekín sigue siendo el principal soporte económico de Pyongyang, el apoyo de las sanciones contra el programa nuclear norcoreano tensó la vieja alianza comunista. En señal de reconciliación, Xi Jinping aceptó una invitación de Kim Jong-un para visitar Corea del Norte, un hecho que no se producía desde la visita del ex presidente chino Hu Jintao en 2005.

Pekín, a primera línea

Este misterioso viaje devuelve a China el papel de mediador en su región en medio de una intensa ronda de negociaciones en torno al programa nuclear norcoreano. Parecía que Pekín quedaba a un lado después del acercamiento entre Seúl y Pyongyang con motivo de los Juegos Olímpicos de invierno en Corea del Sur pero ahora vuelve a la primera línea diplomática. El momento no puede ser más oportuno, justo en plenas negociaciones para preparar las reuniones que Kim Jong-un mantendrá con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, a finales de abril, y con Donald Trump en mayo.

En coherencia con ese nuevo papel, Pekín no quiere perder el tiempo. El consejero de estado Yang Jiechi, director de la Oficina de Asuntos Exteriores del Partido Comunista, viaja hoy a Corea del Sur donde se reunirá con el presidente surcoreano para informarle de los avances conseguidos durante la visita de su vecino del norte.

Trump considera que la reunión estuvo «muy bien»

Donald Trump aparentó no sentirse celoso por la cumbre de Pekín y afirmó que estuvo «muy bien». ¿Cómo lo supo? Muy sencillo. «Recibí un mensaje anoche de Xi Jinping de China diciendo que su reunión con Kim Jong-un estuvo muy bien y que Kim espera tener su reunión conmigo», escribió en su cuenta de Twitter. «Mientras tanto, y desafortunadamente, el máximo de sanciones y presión se mantendrá a toda costa!» sobre Corea del Norte, agregó. En otro mensaje, Trump estimó que hay «una buena posibilidad» de que el norcoreano abandone las armas nucleares.