Jeremy Corbyn pone la soga al cuello de Theresa May

Íñigo Gurruchaga LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

BEN STANSALL | AFP

Propone un acuerdo con la UE para crear una unión aduanera tras el «brexit» con la intención de derribar al Gobierno

27 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Partido Laborista quiere que el Reino Unido llegue a un acuerdo con la Unión Europea (UE) para crear una unión aduanera que no sería como la actual pero mantendría sus beneficios. El líder del partido, Jeremy Corbyn, anunció ayer esta propuesta, adoptada tras un debate interno, en un momento delicado para la estabilidad del Gobierno de Theresa May y con la intención de derribarlo. La unión aduanera es un régimen de comercio sin aranceles dentro de la UE y de los países que han firmado acuerdos con Bruselas. Crea también aranceles comunes con respecto a las exportaciones de terceros que llegan a las fronteras de la unión y da a Bruselas la autoridad para negociar acuerdos comerciales con otros países en nombre de todos.

Corbyn hizo el anuncio en Coventry, una de las capitales industriales de Inglaterra. El laborista recordó a su audiencia que, de los 169.000 empleos que sostiene en el Reino Unido la industria del automóvil, 52.000 están en la comarca, conocida como las Tierras Centrales del Oeste y que incluye a la segunda ciudad británica por población, Birmingham. Recordó también que la producción de vehículos en la UE integra a diversas factorías y suministradores. Corbyn puso el ejemplo del nuevo Mini, cuyo chasis traza el itinerario Inglaterra-Francia-Inglaterra-Alemania-Inglaterra antes de ser transportado a los puntos de venta. Y el laborista no mencionó el origen geográfico de las piezas de un Mini y sus itinerarios, mucho más interconectado y complejo todavía.

El boyante sector británico del automóvil, ahora en ligero declive por diversos factores, está horrorizado ante la posibilidad de que, fuera de la unión aduanera, cada cruce fronterizo suponga un arancel. En Irlanda no es posible evitar algún tipo de frontera entre el norte y el sur si el Reino Unido se marcha de la unión aduanera. A la City financiera no le basta con la unión aduanera ya quiere seguir dentro del Mercado Común.

Pero Theresa May aspira a la relación más estrecha con la UE, fuera del Mercado Común y de la unión aduanera. Sin embargo, solo una minoría de diputados cree en un florecimiento comercial tras el brexit por la libertad de firmar tratados con Estados Unidos, China, India, Australia. En el Parlamento hay una mayoría en favor de que el Reino Unido mantenga la unión aduanera con la UE. Al final de la pasada semana, mientras debatía con sus principales ministros las líneas maestras de la futura relación con la UE, May emitió una discreta señal de temor. Sus gestores parlamentarios no incluyeron el proyecto de ley de Comercio en el calendario de la Cámara de los Comunes hasta las vacaciones de Pascua.

Diputados conservadores, laboristas y liberal-demócratas han suscrito una enmienda que exige una unión aduanera con la Unión. El liderazgo laborista ahora la apoyaría. ¿Suficientes tories votarían en contra de su Gobierno? May ha preferido aplazar el voto por si acaso. Las elecciones municipales en un Londres pro UE, en mayo, pueden ser desastrosas para los conservadores. Votar tal enmienda a su dirección antes o después de una derrota electoral es el dilema de May, en este momento elegido por Corbyn para causar daños irreparables a su Gobierno.

Boris Johnson considera la propuesta una «traición» al pueblo británico

Los conservadores acusaron el golpe del líder laborista y reaccionaron airados afirmando que viola la voluntad de los británicos expresada en el referendo del 2016. «Un Corbyn tambaleante traiciona a los votantes y todo por ganar una votación en los Comunes», escribió en Twitter el ministro de Exteriores Boris Johnson. «El plan de Corbyn haría del Reino Unido una colonia de la UE», sentenció.

«Solo los conservadores están trabajando para cumplir lo que votó el pueblo, que es recuperar el control de nuestras leyes, fronteras y dinero», dijo el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox. La propuesta de Corbyn llega días antes de que May pronuncie otro discurso sobre la cuestión y pone toda la presión sobre ella.