Merkel incluirá en su nuevo Gobierno a nuevos rostros y al sector más crítico

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

HAYOUNG JEON | Efe

El nombramiento más controvertido es el de Jens Spahn, uno de sus rivales internos

25 feb 2018 . Actualizado a las 23:09 h.

Una de cal y otra de arena. Así puede resumirse la lista que presentó este domingo Angela Merkel con los nombres de los ministros de su partido que integrarán el futuro Gobierno, de ser aprobado el acuerdo de gran coalición. Una lista que incluye casi el mismo número de mujeres que de hombres, de veteranos que de nuevos fichajes, e incluso a uno de sus críticos. «Con este equipo podemos encarar las tareas del futuro. Es una buena mezcla», afirmó la canciller alemana, que ya había avanzado su intención de integrar las distintas corrientes en las que está dividida su Unión Cristianodemócrata (CDU).

Sin duda el nombramiento más controvertido es el de Jens Spahn como titular de Salud. El joven de 37 años encarna al ala más conservadora de la formación y saltó a los titulares tras demandar más restricciones al asilo. Con su designación, Merkel busca acallar a muchos correligionarios, que le reclaman un viraje a la derecha desde que abrió la frontera del país a los refugiados en el 2015. Otra concesión llegaba de la mano de figuras poco conocidas, como Anja Karliczek, elegida para la cartera de Educación e Investigación, y Helge Braun, será jefe de Gabinete.

Lograr una combinación equilibrada «no ha sido fácil», reconoció Merkel, a la que muchos piden un rejuvenecimiento como fórmula para intentar resucitar a la CDU, que en septiembre se anotó su peor resultado electoral desde 1949. Para ello, la canciller tuvo que aceptar lo que según ella fueron «dolorosas renuncias» de antiguos colaboradores, como el hasta ahora ministro de Sanidad, Hermann Gröhe. Pero, sobre todo, prescinde del que fuera titular de Interior durante la pasada legislatura, Thomas de Maizière, que lidió con la crisis migratoria y deberá ceder esa cartera al jefe de la CSU bávara, Horst Seehofer.

Menos sorpresa suscitó la designación de Julia Klöckner, considerada una de las jóvenes promesas cristianodemócratas, como nueva titular de Agricultura y Alimentación. Tampoco la decisión de Merkel de mantener a dos de sus pesos pesados: Ursula von der Leyen, que seguirá al frente de Defensa pese a las críticas recibidas por su deficiente gestión de varios escándalos en el Ejército; y Peter Altmaier, que hasta ahora era ministro de la Cancillería, un departamento que cambiará por el de Economía.

A la publicación de la esperada lista le sigue hoy la celebración en Berlín de un congreso extraordinario, en el que los mil delegados de la CDU deberán aprobar el pacto firmado el 12 de febrero con el SPD. Solo tras el visto bueno de ambas formaciones, el Gabinete de la gran coalición podrá ser investido en la primera quincena de marzo, casi seis meses después de las elecciones. De no lograrlo, se abriría un escenario de incertidumbre, en el que las únicas opciones son un Gobierno en minoría, algo que Merkel rechaza por la inestabilidad que conlleva, o nuevos comicios.

A diferencia de la consulta del SPD, se da por hecho que el resultado de la votación en la CDU será positivo. No obstante se espera un intenso debate en torno a la línea que deberá seguir el partido la próxima década. Especialmente tras la concesión que tuvo que hacer Merkel de varias carteras capitales al SPD, como Finanzas y Exteriores, con tal de cerrar el acuerdo de gran coalición. El otro punto de la agenda será el nombramiento de la nueva secretaria general de la formación: Annegret Kramp-Karrenbauer, jefa en el Sarre, afín a la canciller y considerada ya su potencial sucesora.

Campaña del SPD para convencer a las bases de un sí a la gran coalición

La cúpula del SPD concluyó este domingo la última conferencia regional destinada a convencer a sus bases de que acceda a reeditar la gran coalición. «Soy muy optimista respecto a la posibilidad de que consigamos el voto positivo para poder ingresar en el futuro Gobierno», declaraba este lunes Olaf Scholz, que asumió la presidencia interina del SPD tras la renuncia de Martin Schulz.

En la misma línea se expresó Andrea Nahles, la jefa del grupo parlamentario socialista que ha sido elegida para ocupar el puesto de Schulz de forma definitiva a partir del 22 de abril, fecha en la que aspira a ser ratificada durante un congreso extraordinario de la formación.

A favor del no

La crisis de identidad en la que está sumido el SPD, que obtuvo en las elecciones su peor resultado histórico, con el 20,5 %, se ha agravado a raíz del acuerdo para una tercera gran coalición. Con unos sondeos que hoy le sitúan en torno al 16 %, la cúpula del partido desea evitar la convocatoria de nuevos comicios. Pero el ala izquierdista, capitaneada por el jefe de las juventudes socialdemócratas, Kevin Kühnert, insiste en que la formación solo puede regenerarse si pasa a la bancada opositora, e intensificó su campaña a favor del no.

La consulta vinculante, en la que están llamados a participar los 463.723 afiliados del partido, arrancó el 20 de febrero y concluirá el viernes. El resultado, del que dependerá que Merkel sea investida para un cuarto mandato como canciller, no se conocerá hasta el 4 de marzo.