Macron expulsa a los periodistas del Elíseo

Alexandra f. coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

POOL | reuters

El presidente francés confirma su recelo de los medios y traslada la sala de prensa a un edificio anexo al palacio

23 feb 2018 . Actualizado a las 07:15 h.

 La relación de Emmanuel Macron con los periodistas franceses ha estado tradicionalmente plagada de tensiones. Desde incluso antes de su elección, el presidente centrista ha mantenido alejados a los medios de comunicación, en fuerte contraste con sus predecesores. Sin embargo, Macron decidió ayer cruzar la línea y transferir la sala de prensa del Elíseo a un anexo fuera del palacio presidencial.

Mientras que la mayoría de periodistas galos acuden a la sala de prensa en ocasiones puntuales, como los consejos de ministros y las visitas de mandatarios extranjeros, las agencias tienen un acceso permanente al local. Pero la consejera de prensa y comunicación de Macron, Sibeth Ndiaye, ya adelantó que estos «privilegios van a caer». Por su parte, la Asociación de la Prensa Presidencial (APP) denunció el miércoles en un comunicado la «decisión unilateral» e instó al Elíseo a reconsiderar esta medida. La organización, que agrupa una centena de periodistas acreditados por la presidencia de la República, considera que «esta mudanza fuera de los muros de la sede principal del palacio constituye un obstáculo para el trabajo de los periodistas».

La asociación de periodistas de la Agence-France-Presse (AFP), por su parte, recordó que la situación de la actual sala de prensa «no es un 'privilegio', sino el resultado de una voluntad de transparencia» de los predecesores de Macron. Fue Valéry Giscard d’Estaing quien la instaló en el interior del palacio a mediados de los años 70 y, diez años más tarde, François Mitterrand la transfirió al patio de honor del edificio. El nuevo centro para los medios se situará al otro lado de la calle, en un anexo del Elíseo, eso sí, con más medios tecnológicos.

Emmanuel Macron no se ha esforzado en disimular su desconfianza hacia los periodistas después de que varios pesos pesados de la política francesa hayan visto sus carreras irse a pique tras llenar titulares escandalosos en la prensa, como François Hollande, François Fillon o, más recientemente, Laurent Wauquiez.