May pide más tiempo a Bruselas para el período de transición

La Voz LONDRES / COLPISA

INTERNACIONAL

Chris J. Ratcliffe | Efe

La UE establece el 21 de diciembre del 2020 como fecha para la culminación del «brexit»

22 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno británico ha entregado a los negociadores de la Comisión Europea sobre el brexit una respuesta a la guía que publicaron hace quince días sobre la transición y ha enmarcado entre corchetes la fecha de su culminación, 21 de diciembre de 2020. Esa fecha es una creación del negociador de la UE, Michel Barnier, para quien es lógico que la separación del Reino Unido coincida con el último día del presupuesto comunitario septenal. De cumplirse ese plazo, quedaría en 21 meses el tiempo para poner en práctica los acuerdos sobre la futura relación, cuya forma tendría que ser ratificada por los países miembros, antes del 29 de marzo de 2019.

El documento de Londres encorcheta la fecha de Barnier y dice que «quiere debatir con la UE la evaluación que sostiene su fecha final propuesta». Añade que «el período, simplemente, debe ser determinado por cuánto llevará preparar e implementar los nuevos sistemas y procesos».

Mientras May publicaba su queja a Barnier por la fecha que dio, 62 diputados conservadores le entregaron una carta pidiéndole que no acepte que la UE le restrinja la firma de acuerdos comerciales con terceros durante la transición, que no acepte «ni plazos ni mandatos», que negocie «de igual a igual», dispuesta a marcharse sin tratado. Le recuerdan también que Reino Unido debe tener plena independencia reguladora tras la salida.

Discrepancias pesqueras

El documento ha sido presentado en la BBC como muestra de que las posiciones de Londres y Bruselas están próximas, pero las negociaciones sobre algunos asuntos marcados entre corchetes tienen enjundia. Genéricamente reflejan la voluntad de la UE de marginar a un Reino Unido que desde el fin de marzo de 2019 ya estaría fuera, y la voluntad de este de exigir voz en asuntos que aún le afectarían.

La guía de negociación de la Comisión dice que, cuando en diciembre haya que repartir las cuotas pesqueras, Reino Unido será «consultado». La réplica de Londres es que tiene que «acordar» la distribución de cuotas en sus aguas. Si hay negociaciones pesqueras con terceros, Bruselas consultaría con Londres. Los británicos dicen que ellos deben «participar».