Las críticas aplazan la designación de Andrea Nahles al frente del SPD

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

TOBIAS SCHWARZ | Afp

Tras quedarse sin el apoyo de sus correligionarios y perder credibilidad entre el electorado por sus promesas incumplidas y repentinos cambios de opinión, Martin Schulz dimitió ayer como presidente socialdemócrata con efecto inmediato

14 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Quién le habría dicho al expresidente del Parlamento Europeo hace un año, cuando dio el salto a la política alemana para rescatar a una formación en crisis, que su idilio con el SPD iba a terminar de una manera tan trágica y fugaz. Tras quedarse sin el apoyo de sus correligionarios y perder credibilidad entre el electorado por sus promesas incumplidas y repentinos cambios de opinión, Martin Schulz dimitió ayer como presidente socialdemócrata con efecto inmediato. Paralelamente, la junta directiva del partido nominó de forma unánime a Andrea Nahles, actual jefa del grupo parlamentario, como sucesora.

La primera mujer al frente de la formación más antigua de Alemania no asumió el cargo ayer, como se pensaba que ocurriría, pues antes deberá ser ratificada en un congreso que tendrá lugar el 22 de abril en Wiesbaden. Entretanto el puesto lo ocupará de manera interina el actual alcalde-gobernador de Hamburgo, Olaf Scholz, ya que es el vicepresidente del SPD que más tiempo lleva en el cargo. Así lo decidió la cúpula del partido, preocupada por la avalancha de críticas que había desatado entre sus propias filas su plan de consumar automáticamente el traspaso de poder.

«Me sorprende que Nahles quiera asumir de inmediato la presidencia, aunque sea en funciones. No hay fundamentos para ello. En nuestros estatutos no está contemplado», explicó en declaraciones a Die Welt el líder del consorcio de juristas socialdemócratas, Harald Baumann-Hassk, que apeló a respetar el procedimiento habitual. Este establece que la jefatura del partido debe ser ejercida temporalmente por uno de los seis vicepresidentes, hasta que se resuelva en un congreso quién se queda con ella de forma definitiva. En la misma línea se expresaron varias fracciones regionales del SPD, como las de Berlín o Schleswig-Holstein. «No es contra Nahles, que cuenta con nuestro apoyo, sino por cumplir los estatutos, comentó el alcalde-gobernador de Berlín, Michael Müller.

En las últimas semanas los socialistas parecen estar en guerra constante. Primero fue el sí o no a una tercera legislatura con Angela Merkel, luego la disputa por el ministerio de Exteriores entre Sigmar Gabriel y Schulz y, ahora, la manera de llevar a cabo el relevo en la presidencia. Un auténtico culebrón que se ha dejado notar en los sondeos de intención de voto, que sitúan al SPD en el 16,4 %, casi 4 puntos menos que su peor resultado histórico de las elecciones de septiembre y solo tres más de los que lograría hoy la ultraderechista AfD. Sin duda estas divergencias no van a ayudar a convencer a los casi 464.000 afiliados del partido de que voten a favor de reeditar la gran coalición en la consulta vinculante, cuyo resultado no se sabrá hasta el 4 de marzo y del que depende que prospere el nuevo Gobierno.