Trump se siente exonerado por el memorando sobre el FBI

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

Jonathan Ernst | REUTERS

Afirma que el texto del republicano Nunes prueba que no hubo colusión ni obstrucción

04 feb 2018 . Actualizado a las 09:58 h.

«El memorando me reivindica. No hubo colusión ni obstrucción. ¡Esto es una desgracia estadounidense!», declaró ayer Donald Trump en Twitter.

El presidente se refirió así al texto del equipo del republicano Devin Nunes que denuncia abuso de poder del FBI en la investigación del Rusiagate. Tras su publicación, Trump se enfrentó a la crisis constitucional desde su mansión de Mar-a-Lago, en Florida, cargando de nuevo contra la agencia a pesar de que en ningún momento se revela ni un solo detalle que demuestre su inocencia en la investigación sobre los vínculos entre su campaña y el Kremlin. El panorama político no puede ser más sombrío y los rumores sobre un posible cese del número dos de la Fiscalía General, Rod Rosenstein, han despertado los peores recuerdos del Watergate de Nixon.

¿Qué revela el texto?

Supuestos abusos del FBI para vigilar las comunicaciones del exasesor de campaña de Trump, Carter Page, sospechoso de actuar como agente ruso. Según el memorando, dicha vigilancia se solicitó a partir de un dosier sin verificar pagado por el Partido Demócrata. Este informe fue elaborado por un exespía británico, Cristopher Steele, quien de acuerdo con el memorando «estaba desesperado porque Trump no fuese elegido». En las solicitudes que tanto el FBI (dirigido entonces por James Comey) como el Departamento de Justicia hicieron a un tribunal para aplicar la ley de Vigilancia de Inteligencia Exterior (FISA), se ignoran las supuestas motivaciones «financieras e ideológicas de Steele contra Trump».

¿Es eso cierto?

Es cierto que el papel de los demócratas en el dosier de Steele fue omitido cuando se solicitó la vigilancia a Page. Esto no sería algo ilegal, pero obviamente no ayudaría a la imagen de los organismos implicados. Según la oposición el contenido es engañoso y se debe revelar su versión en un memorando paralelo. Dicho esto, queda claro que los republicanos han adaptado el texto a sus intereses. Primero, porque no está demostrado que la investigación de Mueller surgiese del dosier de Steele y, segundo, porque Carter Page ya estaba en el radar del FBI desde el 2013, mucho antes del informe del exespía. Además, el memorando omite que hay otros asesores de Trump con contactos en Rusia.

¿Quiénes y por qué impidieron la publicación?

El FBI, el Departamento de Justicia y la Dirección de Inteligencia Nacional, porque aseguraron que su publicación suponía un riesgo para la seguridad nacional y, cómo no, un elemento contaminante para la opinión pública. En sus comienzos, el texto reconoce que los hechos pertenecen a «una investigación en curso», evidenciando que las conclusiones son parciales y descontextualizadas.

¿Por qué Rosenstein corre peligro?

La figura de Rosenstein es clave en todo el proceso porque participó en la elaboración de las solicitudes FISA. Por este motivo Trump sugirió que podría despedirlo en aras de su célebre queja de que sufre una «caza de brujas». Además, el número dos del Departamento de Justicia fue quien decidió poner al frente de las pesquisas a Mueller. Por si esto no fuera suficiente, una vez que terminen las investigaciones será Rosenstein quien decida si se cierra el caso contra el presidente (ya que Mueller le investiga por obstrucción a la justicia tras el despido de James Comey), o si se solicita al Congreso un proceso de destitución o impeachment.