Venezuela: elecciones presidenciales, ¿para qué?

Julio Á. Fariñas A CORUÑA

INTERNACIONAL

MARCO BELLO | Reuters

Nicolás Maduro y sus comparsas siguen adelante con su farsa democrática. Los venezolanos que aún no han podido o no han querido abandonar su país serán convocados a refrendar en las urnas su permanencia al frente de los destinos de que queda de país

27 ene 2018 . Actualizado a las 21:51 h.

La ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC) aprobó el pasado martes la convocatoria de elecciones presidenciales para antes del 30 de abril. Tres días mas tarde, su Tribunal Supremo de Justicia hacía pública una sentencia que le impedirá a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), presentar candidato alegando que, de hacerlo, violaría una sentencia que prohíbe la doble militancia. Una buena parte de la comunidad internacional ya anunció que no reconocerá la nueva pantomima electoral de una dictadura que permite votar pero no elegir.

Así, la oposición, si quiere concurrir a esas elecciones, cada partido que forma parte de la MUD, , tendrá que presentar su propio candidato, con lo que se fomenta la dispersión del voto, con la consiguiente ventaja para Maduro. Una ventaja que certifican las encuestas desde hace meses. Según los datos del último Venebarómetro que se publicaron el pasado mes de mayo. Nicolás Maduro, con un rechazo a su gestión que entonces era del 68 % de los encuestados, si en ese momento hubiese elecciones, era el favorito con un 28,6 % de los votos frente a otros políticos de la fracturada alianza Mesa de la Unidad: el encarcelado Leopoldo López (18%), el inhabilitado exgobernador de Miranda, Henrique Capriles (15,4%); el expresidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup (6,6%), y el exgobernador de Lara, Henri Falcón (6,3%). 

Para evitar riesgos, antes del anuncio de la convocatoria de las elecciones presidenciales se cuidaron de ilegalizar el partido Voluntad Popular, el fundado por Leopoldo López, por haberse negado a participar en la farsa de las recientes elecciones municipales y no haberse reinscrito en el registro de partidos políticos.

Con este panorama la maltrecha oposición venezolana, si quiere seguir probando fortuna para desalojar del poder a Maduro Moros y a la cleptocracia que lo sostiene, no le queda más remedio que ponerse de acuerdo en buscar rápidamente un candidato independiente y renunciar a presentar los de sus respectivos partidos.

Una oposición dual

Esta salida que, sobre el papel, parece la más lógica tampoco garantiza nada. En Venezuela, según apunta un contundente editorial del digital panamapost.com de esta semana, la oposición unida, que en diciembre del 2015 ganó por goleada en las elecciones parlamentarias -obtuvo el mayor número de votos de una opción electoral en la historia del país-, con el paso de los meses, especialmente después de que el régimen de Maduro impidió la celebración del referendo revocatorio de 2016, se convirtió en una oposición dual, una entelequia.

El paso de los meses fue poniendo cada día más de manifiesto que en esa Mesa de la Unidad se cobijaban al menos dos grupos con intereses claramente diferentes: unos que son realmente oposición y buscan un cambio real del actual estado de cosas, porque tienen claro a que juegan los que actualmente detentan el poder el el país y otros que juegan a ser oposición pero que no le duelen prendas en colaborar con el régimen a cambio da arañar alguna parcela de poder....alguna gobernación o alcaldía, por ejemplo.

Con los que juegan a opositores Maduro se puede permitir el lujo de elegir a sus adversarios en las urnas y legitimarse para seguir destruyendo el país.

Si la oposición real lograse poner en peligro la puesta en escena prevista para antes del 30 de abril, el protagonista estelar no dudará en recurrir a tan eficientes instrumentos como la ANC y/o el TSJ para sacar de la escena a los actores díscolos.

Con un nuevo baño de votos en las urnas, a pesar de haber cerrado el año con una caída de 15 puntos en el PIB  y una inflación del 13.000 %, el ungido seguirá alimentando el paripé del diálogo  con la oposición y Zapatero seguirá oficiando de maestro ceremonias...en República Dominicana o en cualquier otra isla caribeña. Incluso la nomina de corifeos se puede reforzar con la presencia de algún podemita como Monedero o Iglesias ¿Para qué sino esta nueva convocatoria electoral?