La errada estrategia de Farage como «voz del Reino Unido»

Rita Á. Tudela LONDRES / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

FREDERICK FLORIN | AFP

El exlíder del UKIP lanzó una iniciativa en las redes sociales que se ha vuelto en su contra

08 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las ansias por recuperar protagonismo le han jugado una mala pasada a Nigel Farage. El eurodiputado y exlíder del partido eurófobo UKIP se reúne hoy en Bruselas con el negociador de la Unión Europea para el brexit, Michel Barnier. Y ante esa cita, pedida el pasado octubre, utilizó las redes sociales para pedir a los 17,4 millones de británicos que votaron a favor del brexit que le mandasen sus propuestas de temas.

«Una procesión de gente ha ido a ver al señor Barnier», cuenta Farage en un vídeo, preguntándose cuál de esos políticos ha representando las opiniones de los británicos que quieren salir de la UE. «Nadie», se respondía rotundo.

Farage dijo que haría una selección y, como si de un abanderado del pueblo se tratase, le presentará a Barnier tres de esas propuestas. Lo que no se esperaba Farage es que la mayoría de las respuestas recibidas -más de 2.400- le fueron en realidad de vuelta: acusaciones, críticas, dudas sobre sus habilidades negociadoras, comentarios contradiciendo los beneficios que tendrá para el Reino Unido la salida del bloque común...

En una de esas respuestas se le preguntaba a Farage cuántos británicos de los que en su día dijeron sí al divorcio con Bruselas en el referendo de hace 18 meses cambiaron de opinión y se arrepienten. Según una encuesta para The Independent, la permanencia ganaría ahora un hipotético nuevo referendo sobre el brexit incluso por 10 puntos.

Un ingeniero y defensor de la permanencia en el bloque común aprovechaba el buzón de Farage para preguntarle a Barnier por las medidas que Bruselas va a tomar contra Farage y el UKIP por su «repetida apropiación indebida de fondos de la UE», cifrada en hasta 450.000 euros.

Figuras de la política británica como James McGrory, director ejecutivo de Open Britain, hacían una amarga comparación, diciendo que enviar a Farage a Bruselas para resolver el brexit fue como enviar «a un pirómano para apagar el incendio de una casa». Para McGrory, después de años envenenando la política británico, diciendo mentiras directas sobre la UE y quedando bien con el presidente estadounidense Donald Trump, el euroescéptico ya ha hecho suficiente daño a la isla.