El Nobel de la Paz reclama a las potencias que se sumen al tratado de abolición de armas nucleares

Europa Press

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Lise Aserud | Efe

La representante de la ICAN recibió el galardón junto a Setsuko Thurlow, una superviviente del bombardeo de Hiroshima

10 dic 2017 . Actualizado a las 20:28 h.

 La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), galardonada con el premio Nobel de la Paz 2017, ha reclamado a las potencias nucleares que se sumen al tratado para la Prohibición de las Armas Nucleares de Naciones Unidas para evitar «nuestro final».

La líder de la organización, Beatrice Fihn, ha explicado que este tratado «ofrece una elección entre dos finales: el final de las armas nucleares o nuestro final. Estados Unidos, elige la libertad sobre el miedo. Rusia, elige el desarme sobre la destrucción. Reino Unido, elige el imperio de la ley sobre la opresión», ha dicho en su discurso durante la ceremonia de recogida de los Nobel en Oslo y ha instado a Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel a hacer lo mismo.

«Un momento de pánico o descuido, un comentario mal interpretado o un ego herido, fácilmente podría llevarnos inevitablemente a la destrucción de ciudades enteras», ha alertado.

ICAN es una coalición de 468 organizaciones no gubernamentales que promovieron el Tratado de la ONU para la Prohibición de las Armas Nucleares, adoptado en julio por 122 naciones, pero ninguna potencia nuclear. Fihn ha pronunciado el discurso junto con Setsuko Thurlow, una superviviente de 85 años del bombardeo de Hiroshima y ahora activista de ICAN.

Thurlow ha recordado cómo vivió el bombardeo nuclear. «Procesiones de figuras fantasmales grotescamente heridos, sangraban, quemaban, ennegrecían e hinchaban. Partes de sus cuerpos habían desaparecido. Carne y piel colgaban de sus huesos. Algunos con los globos oculares colgando en sus manos. Algunos con el vientre abierto de par en par, sus intestinos colgando. El hedor asqueroso de carne humana quemada llenó el aire», ha concluido.