Cadena perpetua para una menor de 16 años que mató a una niña de siete

La Voz

INTERNACIONAL

POLICIA DE NORTH YORKSHIRE

Asfixió y atacó con un cuchillo de cocina a la pequeña en un parque de York, Reino Unido

24 nov 2017 . Actualizado a las 17:16 h.

El pasado 9 de enero, Katie Rough, de siete años, fue encontrada herida grave junto a un campo de fútbol en la ciudad inglesa de York, en un camino que conduce a un parque de la zona de Woodthorpe. Presentaba cortes graves en el cuello y contusiones en el pecho. La pequeña fue trasladada rápidamente al hospital, pero los médicos no pudieron hacer nada por salvar su vida. Días más tarde, la policía detenía a una adolescente de 15 años (ahora tiene 16), acusada de asesinato. Este viernes fue condenada a cadena perpetua.

A Rough, que llevaba desaparecida desde el día de Año Nuevo, la encontró un vecino, que inmediatamente alertó a la policía. En su llamada explicó que había visto un cuerpo tendido en la calle Alness Drive y a una mujer que gritaba para que avisasen a una ambulancia. Los agentes efectuaron entonces un llamamiento para que todo aquel que hubiese visto algo en las zonas de Morrell Court, Belhouse Way, Osprey Close y Alness Drive se pusiese en contacto con los investigadores. Poco más tarde, encontraron a una adolescente caminando sola que les explicó que Katie estaba muerta, les entregó el cuchillo ensangrentado y les enseñó diferentes dibujos de hombres muertos.

Había matado a la niña de siete años después de asfixiarla y provocarle cortes en el cuello y en el pecho. Sin embargo, se declaró culpable de homicidio involuntario. El caso fue suspendido durante meses para practicarle evaluaciones psicológicas y psiquiátricas varias. Su abogado, Graham Reeds alegó que había desarrollado problemas graves de salud mental que la obligaron a dejar el colegio. En su declaración expuso que la acusada sufría delirios mentales que le hacían pensar que las personas no eran humanos, sino robots. 

«Había adoptado comportamientos extraños hacia los demás y hacia ella misma», detalló el letrado después de que los padres de la acusada revelasen que se había autolesionado con objetos cortantes. Sus compañeros de colegio confirmaron que hablaba recurrentemente de la muerte. 

Finalmente los informes concluyeron que la menor no podía recibir tratamiento mental. «Todavía no comprendemos por completo sus razones para matar -expuso el psiquiatra Barry Chipchase-. Mi punto de vista es que debería ser considerada como un peligro y que podría causar daños graves a otras personas». El magistrado que lleva el caso ha determinado que se trata de un juicio «verdaderamente excepcional». «He llegado a la conclusión de que es necesario imponer una sentencia de detención de por vida», concluyó.