La consulta separatista kurda le cuesta el puesto a Barzani

La Voz JERUSALÉN / COLPISA

INTERNACIONAL

ARI JALAL | Reuters

La renuncia llega tras las fuertes presiones de Irán y Turquía

30 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Un mes después de su celebración, el referendo de independencia celebrado por los kurdos con el único apoyo internacional de Israel ha terminado por costarle el puesto a Masud Barzani, el gran impulsor de una consulta que ha obtenido el resultado contrario al esperado. Quien ocupa la presidencia kurda desde el 2005 lo anunció por medio de una carta dirigida al Parlamento de la región autónoma kurda (KRG, por sus siglas en inglés): «Después del 1 de noviembre dejaré de ejercer mis funciones y me niego a que mi mandato sea prolongado». El dirigente, de 71 años, pidió a la Cámara «que se reúna para llenar el vacío de poder, cumplir la misión y asumir los poderes de la presidencia del Kurdistán».

Barzani abandona el cargo, pero su hijo, Nechirvan, es el actual primer ministro y su partido, el Partido Democrático del Kurdistán (PDK), es la fuerza política y militar más importante de la KRG. El clan de los Barzani es una pieza clave del Kurdistán desde los tiempos de Mustafá, padre de Masoud y fundador del PDK en 1946. En su nota de despedida, el hasta ahora presidente aseguró que seguirá siendo «un peshmerga en las filas del pueblo del Kurdistán y continuará defendiendo los logros del pueblo del Kurdistán».

El adiós de Barzani se produjo después de cuatro semanas en las que la respuesta del Gobierno de Bagdad al referendo se ha convertido en una gran operación militar con la que los iraquíes han recuperado todas las zonas en disputa que tenían con la KRG, incluida la provincia petrolera de Kirkuk.

Pérdida irreparable

La pérdida de los recursos naturales de esta provincia supone un golpe casi definitivo a las aspiraciones independentistas de los kurdos. Los peshmergas han abandonado sus posiciones ante el avance de Irak y Barzani no ha podido pedir ayuda, ya que sus aliados tradicionales, Estados Unidos y Turquía, se opusieron abiertamente al referendo y abogan por la unidad nacional.

Tras el shock inicial que provocó el avance de las tropas de Irak, los Gobiernos de Bagdad y Erbil respetan un alto el fuego desde el viernes y sus enviados comenzaron en Mosul una segunda ronda de conversaciones para prorrogar el cese de las hostilidades.

La decisión de Barzani se hizo pública en medio de la presión de vecinos como Turquía e Irán, fervientes opositores a la independencia, temerosos de que el efecto se contagie a sus respectivas comunidades kurdas, pero también de las duras críticas internas.

El partido Gorran (Cambio, en kurdo), segunda fuerza del Parlamento, exigía su dimisión y la formación de un «Gobierno de salvación nacional» para hacer frente a la crisis abierta por la consulta de independencia. La Cámara se reunió a puerta cerrada en Erbil para escuchar el mensaje del presidente e intentar consensuar el reparto provisional de poderes y fijar la fecha para nuevas elecciones.