Irak ordena detener a los organizadores del referendo kurdo

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

MOHAMED MESSARA | EFE

Al Abadi no aceptará dialogar si no se cancelan los resultados

12 oct 2017 . Actualizado a las 09:11 h.

Un tribunal de Bagdad emitió ayer órdenes de detención contra los organizadores del referendo de independencia del Kurdistán, a solicitud del Gobierno iraquí. La orden se produce un día después de que el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, recalcará que no aceptará ningún tipo de diálogo con la región autónoma si no se cancelan antes los resultados de la consulta, declarada ilegal por el Ejecutivo central.

Dos semanas después de la victoria del sí en la consulta del 25 de septiembre, un tribunal de Bagdad dictaminó la detención del presidente, Handren Mohamed, y de dos miembros de la comisión electoral kurda, explicó el portavoz del Consejo Supremo de Justicia, el juez Abdelsatar Birqadar. El dictamen es en respuesta a una solicitud del Consejo de Seguridad Nacional de Irak.

Que se cumpla la orden de detención esa casi nula. Los tres señalados se encuentran en Erbil, donde nunca han puesto un pie las fuerzas iraquíes y la seguridad está en manos de los peshmergas. Aunque por el momento están a salvo, no podrán salir de la región autónoma, so pena de ser arrestados. «No reconocemos esta decisión y no le brindamos ninguna importancia, puesto que es una decisión política», declaró a AFP Handren Mohamed, quien comparó la orden de arresto en su contra con los métodos del régimen de Sadam Huseín.

Poco después, el Consejo de Seguridad del Kurdistán advirtió que fuerzas iraquíes y milicias chiíes están preparando una gran ofensiva en el sur y el oeste de Kirkuk y el norte de Mosul, en represalia por el referendo. 

Últimos movimientos

El Gobierno iraquí endureció el discurso en esta semana contra la región secesionista. El lunes, el Consejo de Seguridad Nacional, presidido por Al Abadi, anunció una serie de medidas contra Erbil. El objetivo: golpear la economía del Kurdistán iraquí, ya minada por la mayor crisis financiera de su historia. Prometió además sanciones contra los funcionarios que participaron en el referendo y recuperar los fondos desviados.

El Gobierno iraquí reclamó retomar el control sobre los ingresos petroleros y los jugosos negocios de las empresas de telefonía móvil. Al día siguiente, aceleró sus acciones, al anunciar la puesta en estado de emergencia de un oleoducto que conecta los campos petrolíferos de la provincia de Kirkuk con el puerto turco de Ceyhan. Este oleoducto tiene por objetivo provocar un «corto circuito» en el instalado en paralelo en el 2013 por los kurdos pasando por la región autónoma. La exportación de petróleo bajo control kurdo alcanza a una media de 550.000 barriles diarios (b/d), de los cuales la mitad es extraída de los campos de la disputada ciudad de Kirkuk.