Irak aísla del mundo a los kurdos con el cierre de sus aeropuertos

La Voz ERBIL / COLPISA

INTERNACIONAL

El embargo no se levantará hasta que los kurdos accedan a «trasladar el control de los aeropuertos al Gobierno federal»

30 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El embargo aéreo que Irak ha impuesto a la región autónoma kurda entró en vigor a las seis en punto de la tarde (17.00 en España) y no se levantará hasta que los kurdos accedan a «trasladar el control de los aeropuertos al Gobierno federal». Solo entonces «los vuelos internacionales van a volver a operar», sostiene un comunicado del primer ministro iraquí, Haidar Al Abadi. Mientras que los dirigentes kurdos definieron esta medida de «castigo colectivo», Bagdad sostiene que se trata de «un trámite constitucional y legal aprobado por el consejo de ministros para el beneficio de los ciudadanos del Kurdistán».

La tensión entre los gobiernos de Erbil y Bagdad crece desde que el lunes los kurdos celebraran un referendo en el que votaron de forma masiva a favor de la separación de Irak. Abadi exige ahora la «anulación de los resultados» como exigencia previa a cualquier negociación, y, a petición del Parlamento, además del embargo aéreo ordenó el despliegue de tropas en las zonas en disputa con los kurdos. El ministerio de Transportes de la región autónoma pidió «abrir negociaciones», pero no recibió respuesta alguna.

En Erbil la sensación era de incredulidad y hasta el último instante la gente pensaba que los vuelos internacionales seguirían operando, pero los únicos que podrán hacerlo serán «los vuelos humanitarios, militares y diplomáticos», afirmó la directora del aeropuerto internacional de la capital kurda. Los trayectos domésticos están exentos del embargo por lo que Bagdad se convierte en la única puerta de entrada por vía aérea a la región autónoma. Hasta ahora los extranjeros no precisaban visado para el Kurdistán, pero cualquier escala en Bagdad exigirá tener una visa de entrada al país.

Tanto como los castigos de Bagdad, lo que preocupa de verdad es el tono de las declaraciones del presidente turco, Tayyip Erdogan, que calificó la consulta de «traición». Turquía es el gran aliado de los kurdos iraquíes, su gran ventana a Occidente que ahora también corta sus vuelos como medida de represalia por la consulta.