Trump apela a los huracanes para rebajar los impuestos

Adriana Rey NUEVA YORK / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

BRENDAN SMIALOWSKI | Afp

Insta a republicanos y demócratas a acelerar los trámites

14 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Donald Trump está empeñado en que la reforma fiscal sea su primer triunfo legislativo. Después de que infructuosas propuestas en terreno sanitario y de inmigración frenasen el ritmo de la agenda presidencial, el republicano urgió al Congreso a pisar el acelerador para conseguir reescribir el código tributario en las próximas dos semanas: «El proceso de aprobación para el mayor recorte de impuestos de la historia de nuestro país comenzará pronto ¡Congreso, muévanse rápido!», escribió.

La llamada no tardó en obtener la respuesta de la tercera autoridad del país, Paul Ryan, que este miércoles se comprometió a presentar un borrador del plan, en la semana del 25 de septiembre. Es más, en aras de cumplir sus objetivos, el presidente no dudó en utilizar los desastres de los huracanes para impulsar su reforma tributaria: «Con la devastación de Irma y Harvey, el recorte de impuestos es más necesario que nunca», insistió.

El magnate recibió el martes en la Casa Blanca a varios senadores demócratas y republicanos para discutir detalles de la reforma. «Fue una cena productiva», reconoció el demócrata, Joe Manchin, en la misma línea del discurso del magnate. Como ya ocurrió la semana pasada con el techo de deuda, Trump cree que puede persuadir a algunos demócratas para conseguir su apoyo en una votación del proyecto fiscal y, por ello, impulsa los encuentros bipartidistas.

Sigue la fractura interna

Sin embargo, el problema que el presidente sigue sin solucionar es la fractura interna, la misma que provocó el naufragio de la derogación el Obamacare. La política de mano tendida con el Partido Demócrata está molestando a muchos republicanos. Temen que los pactos de Trump olviden los principios conservadores. A este malestar se suma una creciente preocupación de legisladores y estrategas republicanos que consideran que los dos líderes clave de la Administración en materia tributaria -el asesor económico Gary Cohn y el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin-, no tienen la credibilidad política ni el conocimiento necesario para impulsar con éxito la reforma impositiva en el Congreso. El mensaje a los republicanos en ambas cámaras ya se ha trasladado con rotundidad: o se unifican o el esfuerzo por reducir los impuestos podría fallar.

Donde sí ha habido buenas noticias para la nueva Administración ha sido en terreno migratorio, después de que el Tribunal Supremo haya avalado las restricciones de Donald Trump para prohibir la entrada de los familiares cercanos a los refugiados y nacionales de seis países de mayoría musulmana.

Andrew Harrer | Efe

La leal mano derecha del magnate

Hope Hicks no tendrá una tarea fácil como directora de comunicación en el Washington de Trump. En un momento en el que actualidad política está marcada por los arranques del presidente en Twitter, esta joven de 28 años será la encargada de dar estabilidad a un puesto de alto voltaje. Su antecesor, Anthony Scaramucci, duró 10 días en el cargo y su llegada motivó la salida del entonces portavoz Sean Spicer y del exjefe de gabinete, Reince Priebus. El nombramiento de Hicks no ha sido menos polémico teniendo en cuenta su juventud y su falta de experiencia política.

Nacida en Greenwich, Connecticut, Hicks comenzó su relación con los Trump cuando la firma de moda de Ivanka recurrió a los servicios de Hiltzik Strategies, donde Hicks trabajaba como relaciones públicas. Mientras, ella intercalaba su carrera con desfiles como modelo para Ralph Lauren. Su buen hacer llamó la atención del imperio familiar, que en el 2014 la contrató para promover los centros turísticos.

Trump apreció tanto su discreción y lealtad que le pidió que se incorporase a la campaña en las primarias republicanas. Sus más cercanos aseguran que Hicks nunca intenta hacer cambiar de idea al neoyorquino, sino que se limita a hacer que se cumplan sus deseos. Esta es la cualidad que más le gusta al presidente que en declaraciones a GQ, la describió como sobresaliente.