México se estremece: más de 900 réplicas en solo dos días

La Voz REDACCIÓN /LA VOZ

INTERNACIONAL

RONALDO SCHEMIDT | AFP

La cifra de víctimas del terremoto se eleva a 90 y sigue creciendo mientras miles de personas duermen aún en las calles

11 sep 2017 . Actualizado a las 07:29 h.

La cifra de muertos por el terremoto del pasado jueves en México se elevó ayer de 65 a 90, después de que el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, informara de que se han registrado 71 decesos solamente en ese estado sureño.

Además, desde que el fuerte seísmo de 8,2 de magnitud sacudió el país se han registrado más de 900 réplicas, según informó el servicio sismológico mexicano. De acuerdo con el informe del organismo, hasta las ocho de la mañana local del sábado habían tenido lugar 904 réplicas, la mayor con una magnitud de 6,1. Miles de personas duermen en las calles en estados como Oaxaca y Chiapas por temor a un nuevo sismo o porque sus casas quedaron destruidas o dañadas.

Después del informe hubo todavía nuevas sacudidas de la tierra, muchas de ellas imperceptibles para la gente, pero sí registradas por los instrumentos de medición del Servicio Sismológico Nacional.

Las tareas de rescate y de auxilio a la población se aceleraban ayer domingo en algunas comunidades de difícil acceso en el sur del país, donde ya suman decenas de muertos, la mayoría en el estado de Oaxaca.

El gobierno federal revisaba al detalle el nuevo informe que aumentaba en 25 las víctimas mortales en Oaxaca, que sintió con fuerza las consecuencias del terremoto. En muchas zonas de los estados del sur de México la búsqueda se hace difícil, a causa del relieve montañoso, en el que viven pequeñas comunidades que suelen quedar aisladas cuando se presentan seísmos o intensas precipitaciones. 

El epicentro de la tragedia

En Juchitán, Oaxaca, un municipio de 100.000 habitantes convertido en el epicentro de la tragedia con 37 muertos confirmados, los vecinos pasaron otra noche de terror por las constantes réplicas del sismo, que suman ya más de 800.

Uno de los pocos hoteles que parecía haber resistido al terremoto del jueves quedó fracturado y ladeado por un réplica de 5,6 grados. La escasa decena de huéspedes salió disparada a la calle y al final tuvieron que abandonar el recinto ante el peligro de derrumbe, constató la AFP.

En la pequeña plaza de la iglesia de Martes Santo, una de las numerosas capillas de la ciudad, varias familias con niños y ancianos amanecieron a la intemperie temerosas de que sus casas terminarán de desmoronarse sobre ellos. Tampoco quieren ir a albergues porque temen que ladrones vengan a saquear lo poco que les queda. Miles de personas duermen a la interperie y la comida y el agua escasean.

Los «topos», esperanza entre escombros

Por las calles de Juchitán, la ciudad más dañada por el terremoto del jueves, avanzan los hombres topo. Así se conoce a los rescatadores voluntarios de México desde 1985 cuando, de manera espontánea, otros como ellos se metieron arrastrándose entre los edificios caídos en Ciudad de México para buscar supervivientes del terremoto que entonces dejó unos 10.000 muertos.

Los topos de ahora pertenecen a una segunda generación especializada en búsqueda y rescate. Luis Alva es uno de ellos. «Nuestra misión principal es la búsqueda y el rescate -asegura-, pero también intentamos concienzar a la gente de que lo importante es la vida, que no traten de regresar a sus casas y menos ahora, que hemos tenido cientos de réplicas», explicó. Otro de estos héroes anónimos es Juan Carlos Gutiérrez, que pertenece a la Brigada K9. «De las vidas que se perdieron, ya hemos recuperado los cuerpos. Ya hemos salvado a las personas. Ahora lo que necesitamos es hacer un censo de población y de inmuebles afectados».

Para Gutiérrez, a pesar de que México es un país altamente sísmico, aún no hay una cultura entre la gente de estar preparada para una catástrofe. «Creo que tenemos que empezar por generar una verdadera cultura en la que la población sepa cómo actuar. Y si queremos avanzar un poquito más, que tenga un verdadero plan familiar en casos de emergencia. Urge trabajar eso en todo México».