Pese a su aspecto amenazante, estos rayos no son peligrosos por radiación, aseguran. «La cantidad de radiación máxima probable es pequeña, restringida a la superficie y equivalente a unos pocos meses de radiación natural regular», apuntan las mismas fuentes.
Y es que aunque en este fenómeno meteorológico se libera Radón, este gas contribuye con una mínima cantidad de radiación. Hay registro de diferentes formas de aparición de estas luces de terremoto distintas a las vistas en México, de manera que se han llegado a ver rayos de luz que cambian de azul a verde, cortinas verticales de luz azul verdosa que emergen de grietas en la carretera, creadas por movimientos sísmicos, así como pescadores vieron una luz azul subacuática antes del movimiento sísmico de de trayecto rápido y lineal.