Estados Unidos asegura que Kim Jong-un está «pidiendo una guerra» y reclama respuestas contundentes

EFE SEÚL

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Fotografia distribuida por el ministerio de Defensa de Corea del Sur
Fotografia distribuida por el ministerio de Defensa de Corea del Sur EFE

Seúl respondió a Piongyang con maniobras con fuego real y alertó de que Corea del Norte ha realizado preparativos para lanzar otro misil balístico intercontinental en cualquier momento

04 sep 2017 . Actualizado a las 17:01 h.

Corea del Sur ha respondido al test nuclear llevado a cabo por el régimen de Kim Jong-un con un despliegue militar y maniobras con fuego real en las que el ejército de Seúl ensayó ataques a instalaciones nucleares norcoreanas.

Además, el ejército surcoreano afirmó que Corea del Norte ha realizado preparativos para lanzar otro misil balístico intercontinental (ICBM) en cualquier momento. Los servicios de inteligencia surcoreanos «han detectado continuos indicios» de que el país vecino «podría efectuar» un nuevo ensayo con un ICBM, según un alto cargo del ministerio de Defensa.

Los ejercicios llevados a cabo por el régimen de Kim Jong-un incluyeron el lanzamiento del misil balístico Hyunmoo y proyectiles disparados por cazas F-15, que alcanzaron los objetivos designados en al Mar del Este (Mar de Japón), según informó el mando conjunto del Ejército surcoreano.

Las maniobras se llevaron a cabo teniendo en cuenta la distancia y ubicación de la base nuclear de Punggye-ri, en el nordeste de Corea del Norte, donde han tenido lugar los seis ensayos atómicos hasta la fecha del régimen que lidera Kim Jong-un, señaló un portavoz de las fuerzas surcoreanas a la agencia local Yonhap.

Corea del Norte probó el domingo su bomba atómica más potente hasta la fecha, un artefacto termonuclear que según el régimen puede instalarse en un misil intercontinental, lo que de confirmarse supondría un importante y peligroso adelanto en sus capacidades militares.

La comunidad internacional ha condenado de forma unánime el nuevo desarrollo armamentístico de Piongyang, ante el cual Seúl y Tokio han reclamado la imposición de más sanciones al ya aislado régimen.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que se plantea la suspensión del comercio con cualquier país que haga negocios con Piongyang e insinuó que no descarta un ataque a Corea del Norte.

La ONU expresó este lunes su alarma por la «peligrosa provocación» que representa la última prueba nuclear norcoreana y pidió una «respuesta completa» de la comunidad internacional para evitar estas acciones.

Ese ensayo atómico es «profundamente desestabilizador para la seguridad regional e internacional», afirmó el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, al comienzo de una reunión de urgencia de este lunes del Consejo de Seguridad.

Esta es la décima ocasión en lo que va de año que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúne de urgencia para responder a la amenaza nuclear norcoreana y la segunda vez en menos de una semana, según destacó Feltman en su intervención. 

«Estamos alarmados por esta peligrosa provocación», afirmó el responsable de Asuntos Políticos de la ONU. «Este acto es otra grave violación de las obligaciones internacionales» de Corea del Norte y «socava los esfuerzos para el desarme y la no proliferación», añadió.

Feltman señaló que la actitud del régimen de Piongyang «requiere una respuesta completa para romper el ciclo de provocaciones» de Corea del Norte. «Esa respuesta debe incluir medidas diplomáticas sensatas y audaces para que sean efectivas», insistió.

Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, ha instado al Consejo de Seguridad a adoptar «las medidas más contundentes posibles» contra el régimen de Kim Jong-un, al que ha acusado de estar «pidiendo guerra» tras el último ensayo nuclear.

«Ya basta», ha proclamado Haley ante el órgano ejecutivo de Naciones Unidas. La embajadora ha asegurado que la posición que ha adoptado el Consejo desde el año 2006 no ha funcionado, por lo que ha llamado a adoptar otro enfoque que el Gobierno de Donald Trump no termina de concretar.

«A pesar de nuestros esfuerzos, el programa nuclear de Corea del Norte está más avanzado y es más peligroso que nunca», ha dicho la embajadora norteamericana durante el encuentro.

Haley ha asegurado que Kim Jong-un está «pidiendo una guerra» con sus constantes desafíos, aunque ha matizado que «la guerra no es algo que quiera Estados Unidos». «No lo queremos ahora, pero la paciencia de nuestro país no es ilimitada», ha apostillado.

Está descartado que en la reunión de este lunes se apruebe una resolución con nuevas sanciones contra Piongyang, pero antes de la cita algunos embajadores declararon que se está analizando esa posibilidad, aunque aún no hay un proyecto definido.