Portugal concentra la mitad del área forestal quemada en Europa

Begoña Íñiguez LISBOA / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

NUNO ANDRE FERREIRA | EFE

Es el peor dato que registra el país en los diez últimos años

02 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En lo que va de año han resultado calcinadas en territorio portugués 223.889 hectáreas de terreno forestal, 64.000 de ellas durante el trágico incendio del 17 de junio pasado en Pedrógão Grande en el que fallecieron 64 personas. La cifra supone la mitad de todo el territorio quemado en Europa y el 16% de todos los fuegos registrados en el continente, informó ayer el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales. Es el peor dato de la última década, ya que Portugal se sitúa a la cabeza de los países europeos detrás de Italia y España, con 131.000 y 61.874 hectáreas arrasadas. Solo en el Ayuntamiento de Mação, en el distrito de Santarem, a unos 70 kilómetros de Lisboa, se quemó este verano el 70% de su territorio.

Los datos se han hecho públicos en plena polémica entre el Gobierno minoritario del socialista Antonio Costa, y la asociación portuguesa de bomberos voluntarios, que no acepta que tras la nueva reforma forestal aprobada a finales de julio en el Parlamento de Lisboa, con el apoyo del Partido Comunista y del Bloco de Esquerda, se les encarguen ahora también a ellos, además de la extinción del fuego, tareas de prevención en el terreno forestal. Polémica reavivada durante los últimos días con la publicación en varios periódicos portugueses, como Público y Diario de Noticias, de la deficiente alimentación de los bomberos como consecuencia del supuesto desvío que habría llevado a cabo Protección Civil en el presupuesto anual destinado a la alimentación de los efectivos contra el fuego para destinar los fondos a otros gastos.

La peor oleada de incendios de la última década que vive Portugal este verano, sobre todo en la región centro y en la norte, las más castigadas, ha minado también a la rica fauna salvaje del interior del país. Desde el pasado mes de junio, cuando se produjeron los fuegos más graves, como el de Pedrogão Grande, técnicos forestales, veterinarios y biólogos voluntarios del Centro de Recuperación Salvaje de Castelo Branco, en el centro del país, luchan a la desesperada por salvar las vidas de decenas de animales salvajes que han quedado atrapados en los fuegos.

El organismo, que tiene su sede en el Instituto Politécnico de Castelo Branco, con financiación 100% privada y un presupuesto de apenas 60.000 euros anuales, llega a atender hasta 60 animales de diferentes especies afectados gravemente por los incendios, confirmó a La Voz uno de sus colaboradores. Águilas imperiales ibéricas, buitres, halcones, zorros o ardillas son las especies más rescatadas por bomberos, técnicos de protección civil o agentes de la GNR (Guardia Nacional Republicana).