Los musulmanes, cada vez más integrados en Europa

Patricia Baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

JAGADEESH NV | efe

Un estudio echa por tierra los argumentos de los islamófobos

25 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A medida que la amenaza terrorista se extiende como una plaga por todo el continente europeo, rebrotan los sentimientos racistas y, más aún, los islamófobos. No son pocos los que apelan a la escasa capacidad de integración por parte de los musulmanes para rechazar la acogida de refugiados. Un argumento que echa por tierra el último estudio publicado ayer por la fundación alemana Bertelsmann, según el cual los inmigrantes de confesión musulmana, que representan ya el 5 % de toda la población de Europa occidental, han logrado «grandes avances» de integración en cinco países: Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza y Austria.

El informe, que compara la situación de los refugiados que llegaron antes del 2010 a estos cinco países y para el que se entrevistó a más de 10.000 personas, revela que los inmigrantes musulmanes de segunda generación se sienten muy «conectados» con su nación adoptiva. En el caso de Francia y Alemania este porcentaje alcanza incluso el 96 %. Ello pese a los obstáculos a los que se enfrentan en el ámbito educativo, sobre todo en la locomotora europea, donde solo el 64 % de ellos continuó sus estudios después de los 17 años; y laboral, con Francia a la cabeza de la discriminación de los creyentes del islam, de los cuales el 14 % está en paro.

«Esta exitosa integración resulta aún más notable por el hecho de que ninguno de los cincos países ofrece medios estructurales adecuados para su participación en la sociedad, y cerca de una quinta parte de la población les rechaza abiertamente», apunta la investigación, titulada «Musulmanes en Europa, ¿integrados pero no aceptados?». Es más, a la pregunta de «¿a qué grupo de personas no le gustaría tener como vecino?», el 28 % de los interrogados en Austria respondió que a los musulmanes. Le siguieron los británicos, con el 21 %, los alemanes, con el 19 %, los suizos, con el 17 %, y por último, los franceses, con el 14 %. Los porcentajes de rechazo fueron muy inferiores al plantear la idea de vecinos homosexuales, judíos o de otra raza.