Eduardo dos Santos no se presentará a las elecciones por primera vez en 38 años y cede el protagonismo a su delfín, João Lourenço
22 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.José Eduardo dos Santos, rostro y símbolo de la descolonización angoleña, no concurrirá a las elecciones de este miércoles. Cede el testigo a su partido, el Movimiento Popular para la Liberación de Angola (MPLA), y al exministro de Defensa João Lourenço, tras casi cuatro décadas afincado en el poder. A lo largo de esos años, el nepotismo y la corrupción tomaron las riendas de la excolonia portuguesa, situándola en el puesto 164 de 176 en el índice de corrupción de Transparencia Internacional.
De hecho, el Estado africano es el único afectado por el escándalo de Odebrecht, a través de los negocios de la hija del presidente, Isabel dos Santos. Conocida como la princesa, la mujer más rica de África según Forbes es dueña de numerosas compañías estatales, como la petrolera Sonangol y el banco BFA, además de participar como accionista de múltiples firmas portuguesas. Su hermano, José Filomeno, dirige el fondo soberano del país desde el 2013.
Mientras Dos Santos colocaba a sus familiares aprovechando los beneficios del petróleo, la población seguía sin ver señales del oro negro. La situación se agravó con la bajada de los precios del crudo en el 2014. Desde el 2013, el PIB per cápita angoleño se ha reducido un 35 % según el Banco Mundial.
A pesar de ello, la victoria de su agrupación en los comicios es más que probable. «No tenemos ninguna duda sobre la victoria del MPLA. Nuestro candidato será el futuro presidente de la República», susurró Dos Santos el pasado sábado, en una voz quebrada e inaudible, frente a miles de seguidores de su partido en un mitin en Luanda. Los analistas coinciden en que es el deterioro físico y de su salud lo que motiva su retirada.
El mandatario, de 74 años, abandonará la primera línea de la política, pero no sin haberse blindado antes. Como jefe de Estado aprobó leyes que le protegen de la Justicia e impiden el cambio en la cúpula militar y policial del país. Lourenço tomará el relevo de la presidencia, pero su rango de acción es escaso.
Oposición sin poder
La oposición, encabezada por Unita y la CASA-CE, no se encuentra en condiciones de disputar las elecciones al MPLA, que cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento. Su campaña ha estado centrada en el desempleo y en la corrupción, males endémicos del país africano. «Vosotros que sufrís, vosotros que estáis en la pobreza, sin electricidad, sin empleo, sin nada de comer: el cambio es ahora», es el eslogan del candidato de Unita, Isaías Samakuva. El líder de CASA-CE, Abel Chivukuvuku, cerró su campaña criticando el expolio público: «No podemos continuar viviendo en un país rico habitado por ciudadanos pobres».