El jefe de la diplomacia venezolana ha señalado que, con gestos como este, «Bogotá se ha convertido en centro de la conspiración contra la democracia y la paz en Venezuela», aunque no lo ha considerado una sorpresa. «¿Qué puede esperarse de un Gobierno que cobija en su seno oligárquico al jefe del golpe de Estado del 2002 contra el comandante Chávez?», ha apostillado.