Unas 300 personas persiguen a uno de los organizadores de la marcha racista de Charlottesville

L.M.T.

INTERNACIONAL

STEPHEN LAM / REUTERS

La multitud saboteó su intervención ante los medios, en las que culpaba a «el odio hacia los blancos» y «los policías de Charlottesville» de lo ocurrido

14 ago 2017 . Actualizado a las 17:11 h.

Jasson Kessler, uno de los organizadores de la marcha supremacista que acabó con la vida de tres personas, fue obligado este domingo a interrumpir su intervención para la televisión después de ser perseguido por una multitud de gente. «Hice todo lo que pude pero una vez más la violencia reina por encima de las palabras y las ideas en Charlottesville», tuiteó después del suceso. 

El hombre, de 34 años, es el presidente de Unity and Security for America -Unidad y Seguridad para América-, una organización de supremacía blanca que afirma defender «la civilización occidental». Su organización es la que está detrás de la marcha Unite the Right - Unamos a la Derecha-, que dejó en la ciudad de Charlottesville tres muertos y más de 20 heridos. 

Abucheado por una multitud, Kessler dedicó un discurso a los medios, en el que culpaba al odio hacia los blancos y al cuerpo policial de Charlottesville de los hechos ocurridos. «¿El odio que oís alrededor? Es el odio hacia los blancos que ha dado alas a lo que pasó ayer. Lo que pasó ayer fue el resultado de que los policías de Charlottesville se negaran a hacer su trabajo. Me desmarco de cualquier cosa que haya terminado con gente herida. Es un día triste para nuestra democracia constitucional cuando no podemos ejercer libertades civiles como las de la Primera Enmienda (sobre la libertad de expresión). Eso es lo que lleva a que el discurso racional y las ideas se desmoronen y la gente recurra a la violencia», afirmó. 

«Vete de aquí cobarde», «asesino» o «nazi» fueron alguna de las palabras que le dedicaron a Kessler algunas de las más de 300 personas antifascitas allí congregadas. Este huyó bajo la protección de los policías de Charlottesville acompañado por los gritos de «vergüenza» que coreaba la masa.

«Su nombre era Heather señor. Su nombre era Heather, Jason Su sangre está en tus manos. ¿Qué tienes que decir en tu defensa?», afirmaba uno de los miembros de la multitud que perseguía al supremacista. «Sabes lo que pasó», afirmaba.