Temer maniobra para librarse del acoso del fiscal

La Voz RÍO DE JANEIRO / COLPISA

INTERNACIONAL

Joédson Alves | EFE

En base a las grabaciones de diálogos del presidente con un empresario de la carne, Janot acusó al presidente brasileño de corrupción pasiva

08 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Acorralado por la inminencia de nuevas y más graves denuncias en su contra, el presidente de Brasil, Michel Temer autorizó una presunta ofensiva para suspender al fiscal general de la República, Rodrigo Janot, a fin de impedirle continuar con sus acusaciones. Así lo reveló ayer una columnista de Folha de Sao Paulo. Según Mónica Bergamo, abogados de Temer estudian pedir la suspensión de Janot -que termina su período como procurador el 17 de septiembre- «para que no pueda actuar más contra el presidente». «El martillo aún no bajó, pero la tendencia es que la iniciativa siga adelante, a no ser que Janot envíe señales de que está dispuesto a un armisticio. O sea, a no presentar nuevas denuncias contra Temer».

En base a las grabaciones de diálogos del presidente con un empresario de la carne, Janot acusó a Temer de corrupción pasiva. En Brasil, para poder declarar reo a un presidente e investigarlo como tal, el Tribunal Supremo requiere de la autorización del Congreso, que debe pronunciarse por una mayoría especial de dos tercios. La Cámara votó la semana pasada y salvó a Temer del proceso, aunque su impopularidad sigue creciendo.

El domingo, Janot advirtió que aquel político que se esconde bajo un manto «es un bandido». Anunció que tiene en curso otras dos investigaciones contra Temer por obstrucción a la Justicia y por integrar una organización criminal y que para alimentar esas denuncias está negociando con dos presidiarios de peso: el expresidente del Congreso Eduardo Cunha y su asistente, Lucio Funaro. Janot explicó que la Cámara «no enterró la denuncia» de corrupción. «Hizo un juicio político», aclaró el fiscal, que aseguró que cuando Temer termine su mandato, la denuncia, hoy en suspenso, «continuará íntegra».

El mismo domingo, el juez del Supremo Gilmar Mendes cenó con Temer en un encuentro fuera de agenda y declaró que Janot «perdió todas las condiciones para seguir en el cargo» porque «personalizó» la batalla contra el presidente. Según el juez, amigo de Temer, «la normalidad se restablecerá» cuando Janot deje el cargo en septiembre.