Trump amenaza a China por su pasividad ante el desafío norcoreano

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi REDACCIÓN / LA VOZ, AGENCIAS

INTERNACIONAL

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Estados Unidos y Japón acuerdan nuevas medidas tras el último misil lanzado por Pyongyang

31 jul 2017 . Actualizado a las 09:13 h.

El lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte del hermético régimen de Corea del Norte ha vuelto a abrir una escalada de tensión a nivel internacional. El primer ministro nipón, Shinzo Abe, y el presidente de EE.UU., Donald Trump, trataron hoy por teléfono la amenaza norcoreana y se mostraron de acuerdo en la necesidad de que China y Rusia contribuyan en la presión diplomática a Pyongyang. «He estado completamente de acuerdo con el presidente Trump a la hora de reconocer que necesitamos dar un paso al frente (en cuanto a sanciones más duras contra Corea del Norte)», explicó Abe en declaraciones a los medios tras la llamada.

El primer ministro aseguró que «Corea del Norte ha pisoteado» los intentos pacíficos para solventar la tensión regional y «empeorado la situación de manera unilateral», además añadió que China y Rusia y el resto de la comunidad internacional deben «asumir seriamente» estos hechos e incrementar su presión (sobre Pyongyang).

Este mismo fin de semana, Trump advirtió que no permitirá más la inacción de China con respecto a los constantes desafíos del país liderado por Kim Jong-Un. Tras el nuevo ensayo militar, el máximo dirigente norcoreano presumió de que «todo el territorio continental de Estados Unidos» está a su alcance, incluyendo ciudades como Nueva York. Una provocación cuya respuesta no se ha hecho esperar por parte de Washington.

«Estoy muy decepcionado con China. Nuestros estúpidos líderes del pasado les han permitido generar cientos de miles de millones de dólares cada año en comercio, pero no hacen nada por nosotros con respecto a Corea del Norte, solo hablar», aseguró Trump a través de una sucesión de mensajes en las redes sociales.

Las amenazas

«No permitiremos que esto continúe. ¡China podría solucionar esto fácilmente!», llegó incluso a amenazar. A través de su cuenta oficial de Twitter, Trump prometió tomar «todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de Estados Unidos» y proteger a sus aliados en la región, sin que hasta ahora haya concretado esas medidas.

La ambición norcoreana de convertirse en potencia nuclear está perjudicando la ya de por sí delicada relación entre Washington y Pekín, principal aliado de Pyongyang. Aunque las autoridades chinas han condenado el lanzamiento porque viola resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, insisten en que el único camino para acercar posiciones es el diálogo. El jefe de la diplomacia estadounidense, Rex Tillerson, señaló además que China y Rusia son «facilitadores económicos del programa de desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos de Corea del Norte», lo que les otorga «la única responsabilidad» por la escalada de tensión.

La respuesta

En respuesta al lanzamiento del régimen norcoreano, Estados Unidos y Corea del Sur han llevado a cabo ejercicios militares utilizando misiles tierra a tierra y han discutido las «opciones de respuesta militar» que podrían emprender en el supuesto de que la escalada de desafíos no se detuviera. Bombarderos estadounidenses B-1B también participaron en las operaciones, que duraron un poco más de diez horas, junto a cazas surcoreanos y japoneses.

«Si nos vemos obligados, estamos listos para responder con una fuerza rápida, letal y aplastante en el momento y en el lugar que decidamos», avisó en un comunicado el general Terrence O’Shaughnessy, comandante de las fuerzas aéreas de Estados Unidos en el Pacífico.

Corea del Sur, por su parte, ya ha anunciado que tiene intención de acelerar el despliegue del sistema de intercepción THAAD (Terminal High Altitude Area Defense), que se compone de seis lanzadores de misiles interceptores. Dos han sido desplegados a 300 kilómetros al sur de Seúl.

China argumenta que el despliegue de este sistema «no hará más que complicar estos problemas» e intensificar la escalada de tensión.

Advierte que cortará las ayudas al «Obamacare» si no se aprueba su ley

El máximo mandatario estadounidense ha amenazado con cortar las subvenciones que la ley sanitaria actual concede a las aseguradoras y a los propios congresistas si los diputados no aprueban con rapidez su proyecto de ley de salud, que el viernes naufragó en el Senado.

«¡Si la nueva ley de salud no sale adelante, las ayudas se acabarán muy pronto!», advirtió Donal Trump en un mensaje de la red social Twitter, que es donde el máximo responsable de la primera potencia mundial se ha acostumbrado a deslizar sus mensajes. En otra muestra de su frustración por el fracaso de su ley en el Senado, Trump añadió que «después de siete años de hablar de derogar y reemplazar» la ley de salud, los estadounidenses «siguen forzados a vivir con Obamacare en derrumbe».

El Senado de Estados Unidos rechazó el pasado viernes -con el voto decisivo de tres representantes republicanos, entre ellos John McCain- la propuesta de ley impulsada por el magnate para derogar parcialmente la reforma de salud promulgada en 2010 por el anterior presidente demócrata.