Aldemir Bendine ha sido acusado de pedir un soborno y recibir otro de la constructora Odebrecht
28 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La Lava Jato, la macrooperación contra la corrupción que ha cambiado el panorama político de Brasil, llegó este jueves a su 42.ª fase y todavía queda hilo del que tirar en las delaciones premiadas a empresarios y políticos ya detenidos. El último en caer, sin embargo, no puede representar mejor el alcance de la podredumbre del sistema. Aldemir Bendine enganchó consecutivamente los cargos de presidente de dos de las joyas del Estado, el Banco do Brasil y Petrobras. Ahora, la fiscalía le acusa de pedir un soborno y recibir otro de la constructora Odebrecht, la empresa que está en el epicentro de las irregularidades.
Bendine fue detenido en una casa propiedad de su hija en el interior del estado de São Paulo. Al mismo tiempo, fueron arrestados dos hermanos, André Gustavo y Antônio Carlos Vieira, ejecutivos de una empresa de publicidad que actuaron de intermediarios. Según la fiscalía, en junio del 2015 Bendine pidió a Odebrecht 17 millones de reales para refinanciar la deuda de una filial de la constructora. La confianza de Odebrecht en el enfangado sistema era tal que se negó a sobornar porque consideró que el presidente del Banco do Brasil no tendría la suficiente influencia para conseguir su propósito.
Pocos meses después, Bendine fue nombrado presidente de Petrobras y volvió a llamar a Odebrecht para pedir 3 millones de reales y asegurar así contratos de la constructora con la petrolera pública. Esta vez, sí hubo pago, según pudo comprobar el fiscal tras las confesiones de los directivos de Odebrecht.
Sorpresa total
Pocas cosas sorprenden ya a la opinión pública brasileña, pero la detención de Bendine logró enarcar las cejas de más de uno. Los hechos ocurrieron en pleno apogeo de la Lava Jato, con todas las lupas enfocadas, y aún así el presidente del Banco do Brasil no tuvo rubor alguno en pedir dinero a empresarios.
El abogado de Bendine consideró un exceso la detención de su cliente, aduciendo el nulo riesgo de fuga. Poco después del arresto, trascendió que Bendine (que tiene pasaporte italiano) disponía de un billete de avión rumbo a Lisboa. Solo de ida.