Venezuela, ¿quién excarceló a Leopoldo, por qué y para qué?

JULIO Á. FARIÑAS A CORUÑA

INTERNACIONAL

Miguel Gutiérrez | EFE


Leopoldo López, el preso político más emblemático de Venezuela, ha sido trasladado en la madrugada del pasado sábado desde el penal militar de Ramo Verde a su domicilio familiar en el barrio caraqueño de los Palos Grandes. De momento sigue privado de libertad, pero ya hay indicios suficientes para pensar que este puede ser el principio del fin de la pesadilla de casi 30 millones de venezolanos.

09 jul 2017 . Actualizado a las 21:59 h.

Formalmente la decisión fue adoptada por el Tribunal Supremo, que no era el órgano competente para ello, por razones humanitarias y no a petición de parte, sino de forma unilateral y sin contrapartidas por parte del reo y, en un momento en que la situación del régimen que lo mantiene entre rejas desde hace tres años y medio,  cumpliendo una condena de casi 14 por unos delitos que nunca cometió, está de retirada.

El mediador estrella

La primera pregunta que se plantea cualquiera que haya seguido de cerca la crisis venezolana, es quién ha conseguido este importante cambio en la situación carcelaria del Mandela criollo. Si algo resulta evidente es que ese mérito no le corresponde a José Luis Rodríguez Zapatero, un personaje muy dado a algo que en lenguaje criollo se conoce como ganar indulgencias con escapulario ajeno.

Aunque al ex presidente del Reino de España se apresuró a apuntarse el tanto, su papel como mediador estrella entre el régimen y la oposición venezolana ha sido, en el mejor de los casos, el de tonto útil al servicio del madurismo.

La pieza clave

La pieza clave en la excarcelación de Leopoldo López, el líder de Voluntad Popular, principal partido de la oposición, socialdemócrata -de la derecha, según los podemitas-, ha sido una mujer italo-venezolana llamada Lilian Adriana Tintori Parra, una deportista de 39 años que empezó a trabajar a los 12 como vendedora de libros en una librería del barrio para luego graduarse como profesora de preescolar y como locutora de radio y televisión.

Desde hace diez años es la esposa de Leopoldo López.Ya de casada se proclamó campeona de kitesurf al cruzar a nado en tres horas los 60 kilómetros que separa la isla de Aruba de la costa venezolana.

El mismo 18 de febrero de 2014, fecha del ingreso en prisión de Leopoldo López, que se entregó voluntariamente al existir una orden de detención contra él, solicitada por la fiscal Luisa Ortega, Lilian inició la gran carrera de fondo para su liberación. Con otras viudas de vivos, como Mitzi Capriles esposa del alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, también preso en su casa desde hace más de dos años, recorrió medio mundo y llamando a las puertas de las conciencias de todos aquellos gobernantes que podían contribuir a rescatar a su marido y a liberar a su país de la tiranía robolucionaria.

El G-20

Que la vuelta a casa del emblemático político venezolano haya coincidido con la cumbre del G-20 no es casual. Informaciones solventes apuntan a los representantes de Argentina, México y España como los encargados de llevar el peso de una negociación que permita buscar una salida a la crisis venezolana, en la que Trump y Putin tienen mucho que decir y Rajoy el papel de portavoz.

En la cita de Hamburgo, según las aludidas fuentes se metió también en el paquete a Cuba haciéndole saber a La Habana que cualquier avance en la normalización de relaciones con EE.UU y la Unión Europea pasa por su apoyo a la solución de la crisis venezolana.

Todo ello, según las aludidas fuentes, pasaba por un gesto de buena voluntad: la liberación de todos los presos como paso previo a unas negociaciones sobre la celebración de elecciones y la salida de Maduro. El sábado le tocó al que el inquilino actual del palacio presidencial de Miraflores se venía refiriendo como el monstruo de Ramo Verde. Los demás irán saliendo poco a poco.

Siguen las deserciones

Y todo esto ocurre en un momento en que la imagen internacional del régimen está peor que nunca. La brutal represión que se ha cobrado más de 100 víctimas mortales en los tres últimos meses no solo no lograr frenar las movilizaciones populares sino que parece que las incentiva.

Las deserciones de chavistas que siguen los pasos de la fiscal Luisa Ortega rechazan la aberrante iniciativa de la Asamblea Nacional Constituyente que se pretende poner en marcha a partir del próximo día 30, van a más cada día.

La oposición, no se ha conformado con denunciarla, sino que ha contraatacado con una consulta popular convocada para el próximo domingo, en las que todos los venezolanos mayores de 18 años, incluidos los dos millones de la diáspora podrán responder sí o no a estas tres preguntas:

1.- ¿Rechaza y desconoce la realización de una constituyente propuesta por Nicolás Maduro sin la aprobación previa del pueblo de Venezuela?

2.- ¿Demanda a la Fuerza Armada Nacional y a todo funcionario público obedecer y defender la Constitución del año 1999 y respaldar las decisiones de la Asamblea Nacional?

3.- ¿Aprueba que se proceda a la renovación de los Poderes Públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional?

Si esa consulta se llega a celebrar, ¿se atreverá Maduro a ignorar los resultados de la misma?

La cuenta atrás

Por otra parte, la asfixia económica de un régimen al que sus principales aliados -Rusia y China- con los que ya se está hipotecado al límite- que será letal en el momento en que Trump se decida a escuchar a los que le piden que deje de importar el petróleo de Venezuela, que es absolutamente prescindible para la economía norteamericana -apenas supone el 8 % de todas sus importaciones- pero vital para las maltrechas finanzas venezolanas, permiten abrigar la esperanza de que el pasado sábado empezó la cuenta atrás del principio del fin de la pesadilla.