Rabat bloquea Alhucemas para impedir una nueva protesta

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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YOUSSEF BOUDLAL | REUTERS

En un despliegue inédito, la policía cerró las carreteras

27 jun 2017 . Actualizado a las 07:16 h.

Alhucemas estaba ayer bajo un toque de queda no declarado con el objetivo de impedir la gran marcha para exigir la excarcelación de más de un centenar de activistas detenidos en la revuelta social que vive la región del Rif desde hace ocho meses, entre ellos su líder, Nasser Zefzafi, coincidiendo con la fiesta del fin del Ramadán. En un despliegue sin precedentes, agentes de la Gendarmería real bloquearon todas las carreteras que conducen a Alhucemas para evitar una masiva asistencia a la protesta convocada por Hirak al Shaabi (Movimiento Popular), según del medio local Le Desk. Pese a todo la manifestación reunión a unos cuantos miles de personas, algunas de las cuales habían burlado los controles caminando por los montes, según 24 Aydud. Varias cuentas de los activistas denunciaron detenciones y cargas policiales que habrían dejado heridos. 

Desde primera hora del día, las fuerzas de seguridad desplegaron sus vehículos en diferentes barrios de Alhucemas y sitiaron la mayor parte de pueblos cercanos, como Imzuren, Bukidaren, Ait Abdalá, Ait Qamra y Beni Buayach. Vecinos de Imzuren, a 15 kilómetros al sur de Alhucemas, informaron a Efe de que la policía impidió que los habitantes se desplazasen a otras localidades para visitar a sus familiares con motivo de la festividad.

La región del Rif lleva inmersa en protestas desde que en octubre un vendedor de pescado, Mohcin Fikri, de 31 años, murió aplastado dentro de un camión de basura después de que la policía le confiscara su mercancía.

Por primera vez, Mohamed VI se pronunció el domingo sobre el Rif, pero sin mencionar las protestas. En una reunión en Casablanca del Consejo de Ministros, recriminó al Gobierno el retraso de los proyectos de desarrollo previstos para la región. El rey canceló las vacaciones de los ministros de Interior y Finanzas, encargados de poner en marcha el programa Manarat al Mutawasit (Faro del Mediterráneo), y los emplazó a realizar una inspección y depurar responsabilidades. Mohamed VI subrayó su «decepción, descontento y preocupación» por los fallos en la aplicación del programa para el período 2015-2019, con un presupuesto de 590 millones de euros.