La familia del héroe gallego en Londres confía en que esté sedado en un hospital

María Vidal Míguez
maría vidal REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Atlas

Llevan más de dos días sin noticias del paradero del ferrolano Ignacio Echeverría. Las autoridades británicas darán esta tarde más información sobre el paradero del joven

06 jun 2017 . Actualizado a las 10:04 h.

«No hay palabras para lo que sentimos», señala Joaquín Echeverría, el padre del desaparecido tras los atentados de Londres el pasado sábado. Llevan más de dos días sin tener noticias de su hijo Ignacio (Ferrol, 1978), que se encontraba en el puente de Londres en el momento de los ataques. Regresaba en bicicleta junto a un grupo de amigos con los que había estado practicando skate, una de sus grandes aficiones, cuando vio que una mujer estaba siendo acuchillada en plena calle. La escena lo sobrecogió y no lo dudó ni un instante. «Se bajó de la bicicleta y fue a ayudarla», cuenta un familiar. Parece ser que golpeó en la cabeza al asaltante (que luego sería identificado como uno de los tres terroristas) con el monopatín. Según informaciones aportadas por los amigos, en ese momento al menos otro de los yihadistas atacó a Ignacio por la espalda y lo vieron caer. Los acompañantes de Ignacio escaparon y cuando se dieron cuenta de que faltaba regresaron a la zona donde lo habían perdido de vista. «Cuando volvieron lo vieron tumbado en el suelo, no les dejaron acercarse porque ya estaba tomado todo por la policía», explica este mismo familiar.

Ignacio Echeverría, con su monopatín
Ignacio Echeverría, con su monopatín

Desde entonces, Isabel, su hermana pequeña, que también reside en la capital británica, y Ana, otra hermana que se ha desplazado desde Francia hasta allí para acompañarla, tratan de dar con su paradero. «En los hospitales están completamente herméticos, ni se puede acceder. Hacemos lo mismo en Madrid que en Londres», explica Joaquín, el padre de Ignacio, ingeniero de Endesa, que durante unos años estuvo trabajando en la central térmica de As Pontes.

La familia confía en que Ignacio puede estar sedado en alguno de los hospitales de Londres y que ese estado le impide ponerse en contacto con ellos. De hecho, en un primer momento el Gobierno español solo confirmó que había un español herido leve en la lista de víctimas, que son casi cincuenta. Sus padres viajan este mediodía a Londes para seguir de cerca las noticias sobre el paradero de su hijo. «El Gobierno español nos ha dado toda la atención posible y las autoridades inglesas también, supongo que presionadas por las españolas», ha señalado su padre Joaquín. Fuentes cercanas al caso han explicado que las «identificaciones están avanzando» y esta tarde las autoridades británicas darán más información sobre el paradero del ciudadano español.

Ignacio nació hace 39 años en el Hospital General de Ferrol, cuando su padre, natural de Asturias, estaba desplazado en esta ciudad. En A Coruña viven una hermana de su madre y un primo. Precisamente, la última vez que viajaron hasta Galicia fue en el 2015 con motivo de la boda de este familiar, una oportunidad que aprovecharon para acercarse hasta As Pontes. En 1986, cuando Ignacio -que es el tercero de cinco hermanos: Joaquín, Enrique, Ignacio, Ana e Isabel- tenía 9 años, regresaron a Madrid, a Las Rozas, donde vivió (salvo un año que estuvo en Francia) hasta que en febrero del 2016 se marchó a trabajar a Londres al banco HSBC, que, según asegura Joaquín, les ha prestado toda su ayuda. «Ha puesto a nuestra disposición un facilitador para acompañar a mis hijas con todos los trámites que tengan que hacer. Hoy [ayer] la policía ha ido a casa de Ignacio en Londres para tomar huellas», indicó el padre.

Huellas digitales

El canal de comunicación con las autoridades británicas está siendo el consulado español. «Esta mañana nos ha llamado el cónsul, pero sin novedades, no tenemos noticias desde que ayer [el domingo] un portavoz del Ministerio de Exteriores nos llamó a la una de la madrugada para pedirnos las huellas digitales de Ignacio para tratar de localizarlo. Estamos a la espera», contaba Joaquín. Ya por la noche, a través de su cuenta en Facebook, su hija Isabel daba las gracias a la legación y «a todo el mundo que se ha volcado» con la familia. «Solo nos queda esperar y rezar. Millones de gracias a todos», concluía.

La noticia de la búsqueda del español, que saltó a las redes a última hora de la tarde del domingo, recorrió ayer todos los medios de comunicación, aunque en Galicia, Asturias y Madrid, lugares donde la familia tiene especial arraigo, caló más. Los vecinos de As Pontes, según informa Carla Elías desde Ferrol, recuerdan cómo «desde pequeño ya le gustaba el monopatín, y también jugaba al béisbol y al escondite». La noticia cayó como un jarro de agua fría en la villa minera, muy vinculada a la familia, que residió en el Poboado do Muíño, ya que el padre fue jefe de maquinaria auxiliar de la mina de Endesa antes de trasladarse a Madrid, al departamento de auditoría. Ignacio estudió en el colegio A Magdalena y los vecinos lo recuerdan jugando con el resto de niños. El alcalde pontés, Valentín González Formoso, trasladó el «abrazo y solidaridad» de toda la villa a la familia, «una de las muchas que durante la época de la explotación de la mina vivieron aquí y donde Ignacio pasó su infancia».

Un joven estudiante español se recupera de heridas en el tórax, en una muñeca y en una mano

Otro español, Alejandro Martínez, resultó herido en el atentado de Londres del pasado sábado. Se trata de un joven que se encuentra en la capital británica estudiando un máster y al que el nuevo ataque terrorista sorprendió en el puente londinense.

Martínez sufrió heridas en el tórax, en una muñeca y en una mano, aunque su vida no corre peligro. De acuerdo con la información proporcionada por el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, el ciudadano español se encuentra hospitalizado en Londres. «Tiene lesiones, pero no revisten gravedad. Esperamos que cuanto antes pueda recibir el alta médica y, de este modo, continuar con sus estudios y culminar su formación», apuntaba el representante del Gobierno español.

El ministro recordó que «el protocolo de la policía británica es muy estricto, por lo que suele facilitar pocos datos».