«Ayúdenme a encontrar a mi hija y al resto de sus amigas»

rita álvarez tudela LONDRES / LA VOZ

INTERNACIONAL

ANDY RAIN | Efe
ANDY RAIN | Efe

Móviles apagados y padres desesperados por localizar a sus seres queridos

24 may 2017 . Actualizado a las 09:14 h.

Charlotte Campbell no sabe nada de su hija Olivia, de 15 años, desde que le escribió un par de mensajes al comienzo del concierto de Ariana Grande. Le confirmó que ya había llegado al Manchester Arena, que estaba pasando un gran rato y le agradeció haberla dejado ir a ver a una de sus cantantes preferidas. Olivia estaba con su amigo Adam, hallado horas más tarde en un hospital de Mánchester, pero de Olivia no se han tenido más noticias pese a que no la han parado de buscar. En un dramático vídeo que se ha hecho viral, Charlotte pidió la colaboración ciudadana. De momento, sin éxito: «He estado en casa llamando a los hospitales, a la policía y a todos los centros a los que fueron llevados los niños que no estaban acompañados en el concierto», lamenta, nerviosa, Campbell. El móvil de Olivia está sin batería, pero su padre y más gente seguían intentado dar con ella por las calles de Mánchester.

El caso de Campbell es solo uno más. Muchos padres buscaban ayer desconsolados a sus hijos. Los asistentes al concierto eran su mayoría jóvenes que acudieron sin sus padres. Deborah Hutchinson buscaba también a su hija Courtney, de 19 años. «Estamos desolados, pero queremos mantenernos positivos y fuertes. Te amamos, Courtney», decía la señora Hutchinson. Lo mismo hacía el padre de Laura Micheal MacIntyre, quien escribió en Twitter: «Por favor, por favor, ayúdenme a encontrar a mi hija y a sus amigas». A lo largo de la tarde Laura fue localizada herida en un hospital. En cambio, la tía de Eilidh, Margaret MacNeil, seguía pidiendo ayuda por las redes sociales para encontrar a su sobrina.

Con el paso de las horas, la preocupación iba en aumento. Ese era el caso de Martyn Hett, de 29 años, natural de Stockport, de quien no hubo más noticias desde que compartió varias imágenes que había tomado en el Manchester Arena. Su hermano Dan comentaba su inquietud: «Todo lo que sabemos es que se separó de su amigo y que su teléfono está apagado. No sabemos más».

Muchos esperan que la pesadilla termine con un final feliz, como la historia de Nick Haywood, de 46 años, quien estaba esperando a las puertas del estadio para recoger a su hija Caitlin y a su amiga, ambas de 16 años, y se vio sorprendido por la explosión. Haywood se vio frente a un buen número de espectadores presos del pánico que huían del lugar. Entre ellos pudo ver la cara de su hija entre la multitud: «Fue como si hubiese vuelto a nacer de nuevo. Fue el mejor momento de mi vida».

Al cierre de esta edición todavía quedaban 14 personas, la mayoría adolescentes, sin ser localizadas. Sus familiares siguen pidiendo ayuda a través de todos los medios, principalmente, redes sociales.