El anuncio sigue lo que ha sido el discurso de Maduro contra las protestas e incluye consideraciones como que «sectores adversos mantienen el asedio contra la recuperación de la economía venezolana, manifestando nuevas y perversas formas de ataques, como destrucción de instalaciones públicas y privadas, la agresión física a estudiantes y trabajadores que desean llegar a su jornada diaria o el bloqueo permanente de las vías de comunicación para impedir que los productos básicos lleguen al pueblo». Según el mandatario, las protestas tienen por fin «impedir la recuperación de la economía venezolana», afectada por una inflación del 100% en los primeros cuatro meses del año, de más del 500% el año pasado, y con niveles de desabastecimiento casi totales en medicinas y de más del 70% en alimentos.
A pesar de la violencia que sufren sus partidarios, la oposición continuará con sus protestas hoy, con manifestaciones nocturnas, y el sábado, con concentraciones que se prevén multitudinarias en todas las ciudades importantes. Ayer el primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, dijo que la oposición está dispuesta a negociar «concesiones» con aquellos funcionarios que «sostienen» en el poder a Maduro, un mensaje dirigido al «segundo nivel» formado por magistrados, alto mando militar, cuerpos de policías, fiscales y contralor. Más contundente, sin embargo, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, sugirió que el ejército está cometiendo crímenes de lesa humanidad de los que responsabilizó a los ministros del Interior y Defensa y al jefe de la Guardia Nacional.