Unicef asegura que la mortalidad infantil aumenta en Venezuela por la larga crisis

JUAN FRANCISCO ALONSO CARACAS / E. LA VOZ

INTERNACIONAL

FEDERICO PARRA | AFP

Carolina Herrera pide «el fin de la dictadura comunista de Maduro» tras el asesinato de su sobrino en un secuestro en Caracas

14 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El aumento de la mortalidad infantil y materna así como el repunte de enfermedades como la malaria en Venezuela alarman al Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que expresó que estos resultados muestran los estragos que la «prolongada crisis» económica que padece el país caribeño está teniendo sobre los niños y sus madres.

«Unicef está profundamente preocupada por la situación y está lista para fortalecer el apoyo que viene prestando a los socios del Gobierno y la sociedad organizada en el marco de las prioridades de la cooperación acordadas, y que ha incluido la provisión de medicinas para el tratamiento de la malaria, la difteria y otras enfermedades», dijo la organización en un comunicado.

El pronunciamiento de Unicef se produjo menos de 48 horas después de que el presidente, Nicolás Maduro, destituyera a la ministra de Salud, Antonieta Caporales, precisamente por publicar un informe donde se reconoce un aumento del 30 % de la mortalidad infantil y de 65 % de la materna en el año 2016.

Durante meses, el Gobierno se negó a aceptar la gravedad de la escasez de alimentos y medicinas que padece el país y a solicitar la ayuda internacional ofrecida por algunos gobiernos e instituciones. Sin embargo, en marzo, Maduro cambió de parecer pero hasta ahora no se ha informado qué ha pedido ni a quién. 

La moda, contra el régimen

Pero como si el pronunciamiento de la Unicef no fuera suficiente mala noticia, ayer el Gobierno chavista debió desayunarse con la petición de la diseñadora Carolina Herrera a sus compatriotas para que pongan fin a la «dictadura comunista de Maduro».

El reclamo lo formuló la artista en el primer mensaje que publicó, a través de su cuenta de Instagram, para agradecer las muestras de solidaridad y apoyo que ha recibido su familia tras el asesinato de su sobrino, Reinaldo Herrera, víctima de un secuestro en Caracas.

Ayer, la oposición venezolana volvió a las calles para protestar, pero esta vez no a pie, sino en sus coches. En distintas ciudades se celebraron caravanas y algunas de ellas fueron reprimidas por las autoridades con gases.

Pero por si las bombas lacrimógenas no fueran suficientes, el Gobierno ha seguido adelante con su decisión de usar la justicia militar contra los manifestantes. Hasta el viernes, 208 venezolanos detenidos por protestar habían sido llevados ante jueces militares y 155 habían sido encarcelados, según la organización Foro Penal. Esto a pesar de que la Constitución establece que solamente los uniformados pueden ser procesados por esta jurisdicción especial.