La UE salva el escollo del rescate griego, que impone nuevos recortes a Atenas

La Voz BRUSELAS / COLPISA

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Alkis Konstantinidis | REUTERS

Lo que ahora está en juego es la segunda revisión del tercer rescate, que fue acordado sobre la bocina en el verano de 2015

03 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Eurozona también tiene su Guadiana. Nace en Atenas y desemboca en Bruselas. Seguir y comprender la tragedia helena se ha convertido en materia para eurofrikis, siempre ávidos de tecnicismos comunitarios. ¿Qué ha pasado ahora en Grecia? Que hay buenas noticias, que hay un principio de acuerdo sobre la segunda revisión del tercer rescate. Significa que con el órdago francés encarrilado a la espera de la victoria de Macron el domingo, Europa no quiere problemas añadidos para centrarse en el brexit, la madre de todas las negociaciones.

«Fumata blanca, acuerdo sobre todos los temas», proclamó el ministro de Finanzas Euclides Tsakalotos tras doce horas de reuniones con los emisarios de la antigua troika, ahora formada por los hombres de negro de la Comisión, el mecanismo europeo de rescate (MEDE), el BCE y el FMI. En esencia, lo que hicieron fue cumplir el mandato recibido del Eurogrupo para que cerrasen los flecos técnicos que les permitiese seguir pagando dinero a Atenas para evitar que vuelva a incurrir en un impago en julio, cuando debe afrontar vencimientos de deuda superiores a 7.000 millones.

Lo que ahora está en juego es la segunda revisión del tercer rescate, que fue acordado sobre la bocina en el verano de 2015, cuando se aprobó el préstamo de 86.000 millones que se está entregando a cuentagotas en función de que el Gobierno de Tsipras vaya aprobando sus compromisos en el Parlamento. El nuevo objetivo es ahorrar el 2 % del PIB entre recorte de pensiones y subidas de impuestos entre 2019 y 2020. En 2018 habrá una tregua para dar un respiro al cuestionado primer ministro, que sigue hundido en las encuestas.

Los recortes, por un monto de 3.800 millones, incluirán la reducción de un 18 % en las pensiones a partir de 2019 y una rebaja del mínimo fiscal no imponible de 8.600 a 5.700 euros a partir de 2020. También se flexibilizará la ley laboral para hacer más fácil el despido y se prevén más privatizaciones. Para compensar se ayudará a las familias más pobres con subsidios para el alquiler. Pero la oposición ya ha anunciado su rechazo. «El Gobierno trae un cuarto memorando sin financiación, con nuevas medidas de austeridad y con altos objetivos de superávit primario para muchos años», dijo Kyriakos Mitsotakis, líder de Nueva Democracia, que votará en contra. «Durante meses pretendían negociar y hundían el país en la recesión. Y finalmente capitularon», destacó Fofi Yenimatá, líder del Pasok.