El presidente del Eurogrupo, sin intención alguna de dimitir, considera que el enfado provocado por sus polémicas declaraciones es fruto de la cólera por las impopulares políticas de austeridad de la eurozona
10 abr 2017 . Actualizado a las 16:14 h.El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, considera que se le ha tratado como si hubiera cometido «un crimen de guerra», en referencia a las críticas por las palabras en las que sugirió que los países del sur de Europa han gastado dinero en «alcohol y mujeres» para después pedir ayuda, unos comentarios por los que todos los grupos de la Eurocámara pidieron su dimisión.
En una entrevista concedida al diario holandés De Volkskrant, Dijsselbloem ha estimado que el «problema» se intensificó «enormemente» y «parece que hubiera cometido un crimen de guerra». Además, ha señalado que, «todo el mundo sabe», nunca dijo exactamente que los países del sur gastan su dinero en «alcohol y mujeres». «El enfado es fruto de la cólera contra ocho años de política de gestión de crisis», ha añadido.
El todavía ministro de Finanzas de Países Bajos recuerda en la entrevista que trasladó a sus homólogos durante la reunión de ministros de Economía de la eurozona del jueves pasado que sus palabras no fueron las adecuadas, pero que todavía está «detrás del mensaje». En ese sentido, ha reiterado que en los años en crisis se ha actuado con solidaridad para ayudar a los países «en problemas», pero que esta solidaridad requiere que se cumplan los compromisos, o de lo contrario no será posible «apuntalar» la zona euro y «fortalecer la unión monetaria».
De hecho, en declaraciones a los medios la semana pasada, Dijsselbloem aseguró que tras sus palabras al Eurogrupo ningún otro ministro tomó la palabra y que ninguno le pidió que dimitiera por sus comentarios. En todo caso, el presidente ha recordado que comparecerá ante el pleno del Parlamento Europeo el próximo 27 de abril para hablar del rescate de Grecia, aunque ha aseverado que es «muy triste» que se haya dedicado «tanto tiempo y energía» (a sus palabras) mientras el país heleno cae «en una nueva crisis».
Preguntado por su futuro al frente del Eurogrupo, Dijsselbloem ha apuntado que los ministros de Economía de la moneda única deberán buscar «rápidamente» un nuevo presidente si se alcanza un acuerdo para formar gobierno en Países Bajos «en el corto plazo». Si no es así, ha añadido, podría agotar su mandato, que finaliza en enero del 2018.