Trump baraja la opción militar en Siria

Rosa Paíno
Rosa Paíno REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

MOHAMMED BADRA | efe

Rusia y Siria buscan ganar tiempo para alejar una posible intervención de EE.UU.

07 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cruzar líneas rojas. Donald Trump ha recuperado las palabras que Barack Obama utilizó hace cuatro años para amenazar a Bachar al Asad tras el ataque químico del martes sobre Jan Sheijún. En el 2013, el demócrata terminó dando marcha atrás en su amenaza de castigar militarmente a Al Asad tras la muerte de más mil civiles en un ataque similar en la periferia de Damasco. La hábil maniobra de Vladimir Putin de arrancar un sí de Al Asad a la destrucción de las armas químicas sirias evitó la intervención. Al Asad se salvó y Putin se colgó la medalla de ser un líder válido y resolutivo.

¿Qué hará ahora Trump?

El miércoles Trump dejó entrever medidas militares horrorizado por las imágenes que llegaban de la provincia rebelde de Idlib. Ayer, según fuentes de la CNN, habría informado a varios congresistas de que esa opción ya está siendo evaluada por el Pentágono. En el Air Force One de camino a Palm Beach, el presidente evitó concretar en qué está pensado y solo señaló: «Lo que ha pasado en Siria es una desgracia para la humanidad y él [Al Asad] está ahí, está controlando las cosas, así que algo debe pasar». El doble lenguaje del republicano hacen imprevisible su siguiente paso. Por una parte ha prometido que no involucrará al país en otro conflicto. Por otra, acusa a Obama de que «no cruzar la línea después de hacer la amenaza nos hizo retroceder en muchas maneras, no solo en Siria, sino también en otras partes del mundo».

¿Qué opciones militares hay sobre la mesa?

Los planes de Obama en la crisis del 2013 era bombardear con misiles de crucero objetivos del Ejército sirio, como las unidades involucradas en los ataques químicos, centros de operaciones y pistas de aterrizaje. De optar por una acción militar Trump se arriesga a enfrentarse con Rusia. Y la situación sobre el terreno ya no es la misma que hace cuatro años, tras la entrada rusa en la guerra. Moscú mantiene un importante contingente de soldados y cazas. Además, en la base área de Latakia ha emplazado el moderno sistema antiaéreo S-400.

¿Cómo han reaccionado Rusia y Siria ?

Rusia y Siria buscan ganar tiempo para alejar una posible intervención de EE.UU. Vladimir Putin abogó ayer por una investigación internacional «exhaustiva e imparcial» sobre el ataque de Idlib y consideró «inaceptable» acusar sin pruebas al régimen sirio. El ministro de Exteriores sirios, Walid Muallem, insistió en la teoría de que sus cazas bombardearon un arsenal con sustancias químicas de los yihadistas. «Esa explicación es completamente inverosímil. No fue un escape de un almacén», sentenció a AFP Olivier Lepick, investigador de la Fundación para la Investigación Estratégica.

¿Está claro que se trató de un ataque químico?

Turquía aseguró ayer que las autopsias de las víctimas confirman que el agente utilizado es gas sarín, confirmando lo adelantado por la OMS y Médicos Sin Fronteras. Este gas inodoro e invisible bloquea el sistema nervioso y provoca la muerte por parada cardiorrespiratoria con un simple contacto con la piel.

¿Va ser posible una condena de la ONU?

EE.UU., Francia y el Reino Unidos quieren que el Consejo de Seguridad vote un proyecto de resolución que condena del ataque y pide una investigación. Un texto que en principio será vetado por Rusia, como ha hecho siempre desde el 2011. El Kremlin tiene demasiados intereses en Siria, principalmente su única plaza militar en el Mediterráneo.