Destituido el ministro de Interior de Paraguay y el jefe de policía por la muerte de un opositor

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

INTERNACIONAL

Horacio Cartes
Horacio Cartes JORGE ADORNO | REUTERS

Rojas y Sotelo ofrecieron una rueda de prensa en la que denunciaron el arresto de un suboficial de policía como presunto autor de la muerte de Quintana

03 abr 2017 . Actualizado a las 07:33 h.

El presidente paraguayo, Horacio Cartes, destituyó ayer al ministro del Interior, Tadeo Rojas, y al comandante de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo, por los incidentes contra la reelección presidencial, en las que murió un joven y fue incendiado parte del edificio del Congreso.

El nuevo ministro del Interior, con carácter interino, es Lorenzo Lezcano, hasta ahora viceministro de Seguridad Interna, mientras que a Sotelo le sustituye, también de forma interina, Luis Carlos Rojas, hasta ahora su segundo, anunció en rueda de prensa Juan Carlos López Moreira, jefe de gabinete de la Presidencia.

La Presidencia paraguaya emitió también un comunicado en el que se dice que Cartes realizó esos cambios «considerando los últimos acontecimientos en el ámbito de la seguridad y ante la orden expresa de extremar cuidados para evitar excesos en el uso de la fuerza pública».

El anuncio se hizo en medio de las exigencias para la dimisión de Rojas formuladas por algunos partidos opositores tras los disturbios del viernes, cuando efectivos policiales irrumpieron en la sede del Partido Liberal y uno de los agentes mató a Rodrigo Quintana, de 25 años y miembro de las juventudes de esa formación.

Rojas y Sotelo habían dado una rueda de prensa esta mañana en la que denunciaron el arresto de un suboficial de policía como presunto autor de la muerte de Quintana.

La muerte tuvo lugar en el marco de las protestas en las que grupos de manifestantes incendiaron parte del Congreso, después de que la Policía disparara balines de goma contra grupos de manifestantes.

Los incidentes comenzaron después de que 25 senadores votaran a favor del proyecto de enmienda constitucional para habilitar la polémica reelección presidencial, acto que tuvo lugar sin la presencia del resto de legisladores.