Fillon se aferra a la carrera al Elíseo: «Nadie puede obligarme a la retirada»

alexandra f. coego PARÍS / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

IAN LANGSDON | EFE

Parte de Los Republicanos apuestan por recuperar a Juppé para tener opciones de ganar

06 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

François Fillon no retirará su candidatura a las elecciones presidenciales francesas. El conservador acudió a un plató de television ayer para martillear su mensaje una vez más. «Nadie tiene el poder de obligarme a retirar mi candidatura», insistió nuevamente, en esta ocasión vigorizado tras la masiva concentración protanizada por sus seguidores horas antes en la plaza del Trocadero, en París. Embriagado tras su baño de masas, el ex primer ministro mantuvo que «el pueblo que votó por [él] en la primarias apoya el proyecto de su candidato».

El pasado sábado, su círculo cercano afirmaba que la dimisión de Fillon dependía del éxito de la manifestación en su favor. «Pese a mis errores, 200.000 franceses han venido de toda Francia a una manifestación que ha sido serena democráticamente», lanzó el candidato de Los Republicanos (LR) en la entrevista. Una cifra que varios de sus apoyos han anunciado a diestro y siniestro y que, no obstante, se aleja de la realidad. Según datos de la prefectura de la policía de París, la plaza del Trocadero apenas puede acoger a más de 45.000 personas, incluso desbordando en las seis arterias que la rodean.

Sin embargo, ya abandonado por 280 representantes de la derecha y del centro, Fillon está atrapado en una fantasía en la que sigue siendo el favorito para ganar las elecciones presidenciales. «Hay una cosa que he constatado y es que no hay alternativa» si no quieren verse obligados a «elegir entre Marine Le Pen y Emmanuel Macron». Según los últimos sondeos es la situación más posible, ya que dan a Fillon perdedor en la primera vuelta. Pero una encuesta publicada el viernes lanza un rayo de esperanza para la derecha. El candidato de LR pasaría de primero con el 26 % de los votos con una condición: que sea Alain Juppé en lugar de Fillon. En respuesta a los que llaman a una candidatura del alcalde de Burdeos, Fillon se aferra a los resultados de las primarias. «No corresponde a la elección de los votantes de la derecha y del centro», insistió. Pese a su insistencia, el comité político del partido se reunirá hoy para «evaluar la situación». Además, los presidentes de región Christian Estrosi, Valérie Pécresse y Xavier Bertrand han solicitado reunirse con él para convencerle de una «salida respetuosa».

Cuestionado sobre sus repetidos ataques a la Justicia, Fillon argumentó que no está en contra de los jueces, sino del «calendario que [le] han impuesto». El candidato se queja de que su dosier está siendo tratado con rapidez y denuncia una instrumentalización de las instituciones para perjudicarlo. Fillon ha sido convocado el próximo día 15 para una imputación por el caso de los empleos ficticios. El castillo familiar fue registrado el pasado viernes por la Oficina central de lucha contra la corrupción y las infracciones financieras y fiscales, pocos días después de otro registro en su apartamento de París. El ex primer ministro está acusado de haber dado empleos ficticios a su mujer y a dos hijos, provocando una malversación de fondos de cerca de un millón de euros.

Penélope Fillon rompe por fin su silencio para defender a su marido de las duras acusaciones de corrupción

Finalmente, Penélope Fillon ha roto su silencio sobre el trabajo de asistente parlamentaria que realizó para su marido, y sobre el que pesan sospechas de tratarse de un empleo ficticio. La galesa dio una entrevista al semanario Le Jounal du Dimanche, la primera desde que saliese a la luz en enero que ganó cerca de 900.000 euros procedentes de fondos públicos por casi diez años de un trabajo de dudosa existencia. Con su marido al borde del abismo y abandonado por su partido, ha salido para «poner fin a los rumores» que acusan a la pareja de corrupción. Penélope Fillon aseguró haber encontrado «muchos documentos del período entre el 2012 y el 2013» que probarían la veracidad de su versión: notas, cartas y correos electrónicos con los colaboradores de su marido, aunque admitió que encontró «poco sobre los años anteriores al 2007», ya que la mayoría de sus notas no las guarda porque «hacía todo a mano».

«Por supuesto que comprendía lo que firmaba cuando firmaba contratos» se defendió, respondiendo a los rumores que dicen que no estaba al corriente de que ocupaba un puesto en el Parlamento. «Me ha chocado que pudiesen pensar que soy una ignorante y una imbécil», añadió. La sospecha de que no sabía que estaba contratada como asistente parlamentaria de su marido vino cuando salió a la luz una entrevista en el diario británico Telegraph en el 2007, en la que afirmó sin ningún reparo que «no era su asistente ni tampoco se encargaba de la comunicación».

Fillon «tiene una confianza total en mí por mi discreción, pero también por mi lealtad. Le digo la verdad, lo que no siempre ocurre con colaboradores... Y al contrario que otros, yo no le abandonaré», se defendió. Su tono es distinto al de su marido. La mayor diferencia entre ambos es que ella dice confiar en la Justicia. «Es muy, muy difícil» admitió, «pero tengo confianza en él y en todo lo que quiere hacer por Francia, pienso que vale la pena».

Exhibición de fuerza para salvar su candidatura

Hasta 45.000 personas esperaba reunir ayer el cuestionado candidato conservador a la presidencia de Francia, François Fillon, pero su equipo de campaña cifró en más de 200.000 los seguidores que se acercaron ayer a la explanada del Trocadero en París, cerca de la torre Eiffel. Todo un éxito para seguir adelante y mantener su candidatura. Criticó las deserciones y pidió excusas. Mientras, en la plaza de la República, en una manifestación contra la corrupción se pedía su dimisión.