La memoria de la época nazi divide a los ultras alemanes

patricia baelo BERLÍN / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El líder de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el estado de Turingia, Björn Höcke.
El líder de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en el estado de Turingia, Björn Höcke. CARSTEN KOALL | efe

El sector más duro del AfD pretende debilitar el recuerdo del holocausto

30 ene 2017 . Actualizado a las 07:58 h.

El 17 de enero el diputado del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Björn Höcke, criticó la existencia del memorial por las víctimas del holocausto, una de las principales atracciones turísticas de Berlín. «Los alemanes somos el único pueblo en el mundo que levantó un monumento a la vergüenza en el corazón de su capital», denunció el profesor de Historia en un discurso en el que demandó «un viraje de 180 grados de la política de la memoria». El episodio le valió una denuncia penal por instigación al odio racial por parte de La Izquierda y provocó la indignación de un país que aún lucha por cerrar las heridas del nazismo. Pero, sobre todo, reveló las profundas fisuras que existen dentro de AfD, la tercera fuerza más votada de Alemania sobre la cuestión..

Las autoridades de Turingia, el estado federado en el que Höcke representa a AfD, no tuvieron más remedio que enviar una señal. Y qué mejor forma de hacerlo que expulsando al líder ultra del homenaje anual por las víctimas del holocausto, que se celebró en el Parlamento regional. El presidente de la Cámara le había informado de que no era bienvenido, pues «su presencia era percibida como una provocación», pero Höcke logró estar presente unos minutos en el hemiciclo. También intentó asistir a la posterior ofrenda floral que congregó a sobrevivientes y personalidades en el campo de concentración de Buchenwald, pero fue en vano. Cuando trataba de acceder al recinto con su coche, varios empleados le frenaron con una prohibición por escrito. La Fundación explicó su intención de no excluir a ninguna persona, sino comportamientos, e invitó al diputado a visitar otro día el antiguo campo, así como su exposición, para «informarse de las devastadoras consecuencias» del régimen nazi.

La bancada ultraderechista condenó la medida, e incluso sugirió que se había intentado vetar a todo el partido, dividido por la polémica. Mientras la jefa de AfD, Frauke Petry, asegura que el diputado, que encarna la línea más dura de la formación, «empieza a suponer una carga» y recordó algunas de sus controvertidas declaraciones del pasado, el vicepresidente, Alexander Gauland, y el copresidente, Jörg Meuthen, salieron en su defensa. Finalmente, tras varias horas de discusión, los miembros de AfD optaron por amonestar a Höcke, en lugar de echarle, como reclamaban políticos de todas las vertientes.

El debate marcó la celebración de los 72 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz. Una jornada emotiva cuyo acto central se desarrolló en el Bundestag, con la presencia de la canciller, Angela Merkel, y el presidente, Joachim Gauck. Durante el homenaje, el jefe del Parlamento alemán, Norbert Lammert, llamó a recordar no solo a las víctimas, sino también a los 300.000 enfermos y discapacitados que, considerados una lacra para la raza aria, fueron asesinados durante el Tercer Reich como una forma de eutanasia.